MATATIELE, Sudáfrica, miércoles 3 de junio de 2009 (ZENIT.org).- El misionero de origen austriaco Ernest Plochl, de la congregación de los Misioneros de Mariannhill, fue asesinado este sábado en su misión de Mariazell, al sur de Sudáfrica.
El superior provincial de su congregación, el padre Guy Cloutier, explica las circunstancias de su muerte en una carta que ha publicado en la página web de los Misioneros de Mariannhill después de visitar la misión de Mariazell, situada a unos 400 kilómetros de Mthatha.
Al parecer, el sábado por la tarde, unos jóvenes esperaban al misionero en su domicilio para robarle el dinero que sabían que había sacado para pagar a sus trabajadores.
Pero el padre Ernest Plochl les había pagado esa misma mañana del sábado porque el final de mes caía en domingo.
Al regresar de la comida y la reunión comunitaria a su casa, los ladrones lo empujaron a la oficina cuando él abría la puerta y le obligaron a abrir la caja de seguridad.
Al no encontrar la cantidad de dinero que esperaban, se volvieron contra él, lo ataron y lo estrangularon.
El misionero tenía 78 años y desarrollaba su misión en Sudáfrica desde hacía más de 40 años. Actualmente administraba una escuela de 400 alumnos en la ciudad de Matatiele.
Los funerales se celebrarán este viernes por la mañana en su misión de Mariazell, donde será enterrado, ya que, según explica el superior provincial, ha estado trabajando en ese lugar la mayor parte de su vida.
También se celebrará una Misa de sufragio en su ciudad natal, Neumarkt-im-Mühlkreis, donde la noticia de su muerte ha causado gran conmoción.
El padre Ernest Plochl es el tercer sacerdote católico asesinado en Sudáfrica este año. Según informa la agencia Fides, este país registra uno de los porcentajes más altos de crímenes violentos del mundo: como media cada día mueren 50 personas.