CIUDAD DEL VATICANO, viernes 16 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Si la humanidad “quiere ir adelante, si quiere afrontar seriamente los grandes problemas que tiene delante, debe tener una razón más amplia, una razón liberada del cientifismo y del relativismo”.
Así lo señaló el cardenal Camillo Ruini, anterior presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, en una entrevista emitida este jueves por Radio Vaticana con motivo de la publicación del libro “Confini” (Límites), que recoge un coloquio entre este purpurado y el historiador Ernesto Galli della Loggia.
El cardenal explicó que la invitación que ha realizado Benedicto XVI de “ampliar los espacios de la racionalidad” apunta a la misma humanidad, aunque también, en un sentido más concreto, “indica a la Iglesia el camino de una auténtica evangelización” de Occidente.
“Para la razón teórica, se trata de no limitar la razón humana en sentido propio, la razón capaz de verdad, a las ciencias empíricas, según una tendencia difundida en el mundo científico y cultural de hoy”, indicó.
“En segundo lugar -añadió-, se trata de superar lo que Benedicto XVI llama “la dictadura del relativismo”, comprendiendo que también en el ámbito práctico, en el ámbito moral, la razón humana es capaz de lidiar con la realidad, con la objetividad, y no sólo con los deseos y las tendencias del sujeto”.
El cardenal Ruini afirmó que los obstáculos que actualmente encuentra el cristianismo en su intento de encarnarse en la modernidad occidental tienen un doble origen.
“Por una parte, en la modernidad occidental misma que no sólo se desarrolla muy rápidamente -lo que ya de por sí indica dificultades de adaptación-, sino que sobre todo, ha tenido desde el principio en muchos aspectos una orientación no demasiado favorable al cristianismo y, en particular al catolicismo”, explicó.
Y añadió: “Por otra parte, las dificultades tienen origen también en el interior de la Iglesia: en lo que podemos llamar sinceramente una cierta lentitud para comprender los fenómenos y valorar los aspectos positivos, así como el justo contraste con aquellos incompatibles con la fe cristiana”.
Por otra parte, el cardenal se refirió a la emergencia de “la nueva cuestión antropológica” como “el cambio más grande”.
En este sentido, el purpurado invitó a afrontar “los grandes desafíos antropológicos y éticos que afectan al hombre como tal y que tienen una dimensión no sólo privada, sino, necesariamente, pública”.
Entre ellos destacó “los que hacen referencia a la vida y a la familia, pero también a otras temáticas”, y afirmó que “estos desafíos requieren una nueva presencia de la Iglesia”.
El cardenal Ruini está comprometido con la presencia de la Iglesia en la cultura como presidente del proyecto cultural de la Conferencia Episcopal Italiana.
En la entrevista, afirmó que actualmente constata “una cierta desproporción entre la capacidad de presencia que los católicos italianos tienen en el campo social y en particular en el campo caritativo, y una cierta debilidad de su presencia en la cultura”.
[Por Patricia Navas]