CIUDAD DEL VATICANO, 23 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Las disposiciones de la Santa Sede hacia los anglicanos que han solicitado la adhesión a la Iglesia católica, y especialmente la dispensa del celibato a los sacerdotes casados, «no tendrá un impacto fundamental» en África.
Así lo afirmaron los obispos presentes en la rueda de prensa, que tuvo lugar hoy en la Santa Sede, para dar a conocer el «nuntius» («mensaje») de conclusión de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de Obispos.
Una periodista formuló esta pregunta después de que el pasado martes, la Santa Sede anunciara la pronta publicación de una constitución apostólica de Benedicto XVI, con la que la Iglesia acepta la petición de numerosos obispos, sacerdotes y fieles anglicanos para entrar en comunión plena y visible con ella.
Los antiguos anglicanos que quieran adherirse plenamente a la Iglesia, formarán parte de una estructura canónica especial, que contará con su proprio ordinario (un obispo o un sacerdote), sus propios sacerdotes, seminaristas y fieles.
Dicha estructura contará con algunas adaptaciones a la tradición anglicana. Dentro de ella se permitirá a los sacerdotes anglicanos casados que sean ordenados como presbíteros en la Iglesia católica, y que ejerzan el ministerio manteniendo su vida familiar como casados.
Frente a esta cuestión, monseñor John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuya (Nigeria), y presidente de la comisión para el mensaje final del Sínodo, respondió que la dispensa del celibato para los sacerdotes ex anglicanos no traerá problemas en la vivencia de esta disciplina en el clero de su país.
«Esto no tendrá un impacto fundamental en nuestro continente», aseguró el prelado.
Respecto a la cuestión de esta parte significativa de fieles anglicanos que pasa a la Iglesia católica afirmó que «son ellos los que no están contentos con la situación anglicana. Son ellos quienes quieren llegar a esta comunión con Roma».
Por su parte, monseñor Youssef Ibrahim Sarraf, obispo de El Cairo de los Caldeos (Egipto), aseguró que en su país, conviven sin problema sacerdotes católicos casados, pertenecientes al rito oriental, y célibes.
Indicó también que, incluso donde se permite la ordenación de sacerdotes casados, se da una tendencia al celibato que muchos sacerdotes acogen de manera voluntaria. «Esto no crea problemas. Es algo absolutamente normal. La tendencia es más bien hacia el celibato, pero no al contrario. Al menos según la experiencia en Egipto», aclaró el obispo.
Por Carmen Elena Villa