CIUDAD DEL VATICANO, martes 9 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el comunicado de la Secretaría de Estado, que ha hecho público hoy la Oficina de Información de la Santa Sede, en referencia a ciertas informaciones publicadas en medios de comunicación italianos, sobre la hipotética implicación del director del diario vaticano L’Osservatore Romano y de la propia la Secretaría de Estado en la dimisión del anterior director del diario católico Avvenire, Dino Boffo, hace algunos meses.
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COMUNICADO DE LA SECRETARÍA DE ESTADO
Desde el 23 de enero se están multiplicando, sobre todo en muchos medios italianos, noticias y reconstrucciones relativas a las circunstancias relacionadas con la dimisión del director del diario católico Avvenire, con la evidente intención de demostrar una implicación en el caso del director de L’Osservatore Romano, llegando a insinuar responsabilidades incluso del cardenal secretario de Estado. Estas noticias y reconstrucciones no tienen ningún fundamento.
En particular, es falso que responsables de la Gendarmería vaticana o el director de L’Osservatore Romano hayan transmitido documentos que están en la base de la dimisión, el 3 de septiembre pasado, del director de Avvenire; es falso que el director de L’Osservatore Romano haya dado – o incluso transmitido o avalado de cualquier forma – informaciones sobre estos documentos, y es falso que haya escrito bajo seudónimo, o inspirado, artículos en otras cabeceras.
Parece claro, por la multiplicación de las argumentaciones y de las hipótesis más increíbles – repetidas en los medios de comunicación con una consonancia verdaderamente singular – que todo se basa en convicciones infundadas, con la intención de atribuir al director de L’Osservatore Romano, de forma gratuita y calumniosa, una acción inmotivada, irrazonable y malvada. Esto está dando lugar a una campaña difamatoria contra la Santa Sede, que implica al propio Romano Pontífice.
El Santo Padre Benedicto XVI, que siempre ha estado informado, deplora estos ataques injustos e injuriosos, renueva su plena confianza en sus colaboradores y reza para que quien lleva verdaderamente en el corazón el bien de la Iglesia trabaje con todos los medios para que se afirmen la verdad y la justicia.
En el Vaticano, 9 de febrero de 2010
[Traducción del italiano por Inma Álvarez]