CONCEPCIÓN, sábado, 10 de abril de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Papa, ha viajado a Concepción para traer un saludo especial de Benedicto XVI a los chilenos de la zona desvastada por el terremoto y maremoto que dejó varias víctimas fatales y cuantiosos daños materiales.
Asimismo, entregó un profundo mensaje de esperanza animando a todos a «ponerse de pie», según informa la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Concepción.
El purpurado italiano arribó vía área desde Punta Arenas, a las 11 horas del 9 de abril, en un vuelo especial. Fue recibido en el aeropuerto por autoridades encabezadas por la intendenta regional, Jacqueline Van Rysselberghe y monseñor Ricardo Ezzati. Tras los saludos protocolares, se trasladó hasta la casa central de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, donde tuvo un momento de oración en la capilla junto al nuncio apostólico y los obispos de Chillán, Los Ángeles, Valdivia y Villarrica el arzobispo emérito de Concepción, monseñor Antonio Moreno.
A las 11.30 horas el cardenal Bertone presidió una eucaristía, en un altar que se levantó en el atrio de la catedral de Concepción – dañada seriamente por el terremoto -. Para dar acogida a centenares de personas, se levantó una carpa gigante. En su homilía expresó el saludo del Papa Benedicto XVI, señalando que desde el primer instante en que tuvo noticias del terremoto, hizo oración y se ha mantenido informado permanentemente. Precisó que Su Santidad ha encomendado a la Santísima Virgen para la reconstrucción.
Llamó a mantener siempre la antorcha de la esperanza y dedicó un espacio a reflexionar sobre el don del sacerdocio, en el contexto del año sacerdotal y llamó a los sacerdotes a asumir la tarea de la Iglesia con «una decidida acción misionera que abra puertas y ventanas» para motivar a quienes se han alejado. Agregó, además, que la Iglesia quiere ofrecer en el Bicentenario de su Independencia a Jesucristo. Instó a construir sobre la roca viva que es Jesucristo, sobre la esperanza firme de su amor y construir un mundo más fraterno, más justo y solidario.
En el momento de la presentación de los dones, tres hermanos mapuches llevaron ofrendas típicas de la zona de Arauco (un telar mapuche, mote, sopaipillas y tortillas); una familia de la población Santa Clara de Talcahuano, que perdió su vivienda y salvó milagrosamente del maremoto presentó el tríptico de la Misión Continental; en representación de Caritas, se entregó un «peto» que portaron los cientos de voluntarios, entre ellos, un Bombero presentó su casco como signo del compromiso y generosidad.
Antes del acto de la bendición, Monseñor Ricardo Ezzati, hizo entrega de un hermoso presente, consiste en una cruz tallada en «piedra cruz», proveniente del Río Las Cruces de Arauco. Monseñor Ezzati agradeció su presencia y comentó: «Yo sé que en los hombros de su eminencia pesan muchas cruces, pero queremos entregarle una cruz peculiar de nuestra zona, de un río cercano, Río Cruces, donde encontramos una piedra, marcada por el signo de la cruz. Quisiéramos entregarle este regalo con mucho cariño, pero que sea una cruz que no pese sobre sus hombros, sino una cruz llena de luz, de esperanza y acompañe su ministerio al lado del Santo Padre».
El Alcalde Concepción, Partricio Kuhn, a nombre de la Municipalidad de Concepción, lo condecoró como «Visita Ilustre» y le entregó un pergamino, además de un presente.
En tanto el Cardenal, en un gesto recíproco y como signo de su visita, hizo entrega de un hermoso Ostensorio para la catedral, lo cual fue acogido con un gran aplauso de los asistentes.
Posteriormente y antes de un almuerzo con autoridades, sostuvo un breve encuentro con la prensa, en que entregó un saludo, diciendo: «A la sociedad chilena que deposita su confianza en la Iglesia y sus pastores e instituciones, en una hora tan difícil como la que vive este pueblo (…) Realmente Chile se pone de pie, en una hora tan difícil como la vivida por ustedes.. Chile se pone, se levanta, y se nutre de una creciente esperanza, que apunta a una reconstrucción material, sino también fundamental recomposición de las confianzas, de los valores de aquellos que admiraba el cardenal Raúl Silva Henríquez, que el llamó ‘el alma de Chile».
Añadió que «una tragedia como ésta, siempre plantea grandes preguntas sobre la vida, sobre los valores, la convivencia social y sobre nuestra imagen de Dios y nuestra relación con Él. Es conmovedor apreciar la fe gigantesca del pueblo chileno, en momentos de sufrimientos. La Iglesia ha puesto toda su red de parroquias y comunidades al servicio de los más vulnerables, acompañamiento espiritual, solidaridad durante la emergencia, sobre de Caritas».
Por la tarde, el cardenal visitó la plazoleta San Bosco y se dirigió a Talcahuano donde bendijo un lugar de la Virgen y una sede comunitaria dedicada a San Damián de Molokai, regresando a Santiago.