CIUDAD DEL VATICANO/ARMAGH, jueves 6 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI aceptó hoy la renuncia, por motivos de edad, del actual obispo de Clogher (Irlanda), monseñor Joseph Duffy, y el inmediato nombramiento de su sucesor, el hasta ahora vicario diocesano Liam MacDaid.
Monseñor Duffy fue uno de los obispos irlandeses a los que Benedicto XVI recibió el pasado mes de febrero, tras la crisis abierta por la constatación del encubrimiento de abusos sexuales cometidos por el clero por parte de las autoridades eclesiásticas.
Precisamente, monseñor Joseph Duffy había admitido que estaba al corriente de acusaciones de abuso por parte de un sacerdote pedófilo de su diócesis, pero que no lo comunicó a la policía, supuestamente a petición de los padres de la víctima.
El Papa también aceptó la dimisión, por motivos de edad, del obispo auxiliar de Derry, monseñor Francis Lagan.
En un comunicado hecho público hoy por el cardenal Seán Brady, arzobispo de Armagh, diócesis metropolitana de las que son sufragáneas tanto Clogher como Derry, el purpurado quiso reconocer el trabajo pastoral llevado a cabo por ambos obispos, especialmente en la pacificación de Irlanda del Norte.
“Quiero rendirles un homenaje por su trabajo en la predicación y la lucha por la paz y la armonía aquí en Irlanda del Norte. Les ofrezco mis oraciones y bendiciones, y les deseo asimismo muchos años de buena salud y felicidad en su jubilación”, afirma el cardenal Brady.
“Durante su tiempo como obispos han sido testigos de la terrible violencia y de las tragedias que formaban parte de los problemas. Afortunadamente, en los últimos años han sido testigos de la paz que ha llegado a esta parte de Irlanda”.
Por su parte, monseñor Séamus Hegarty, obispo de Derry, emitió también un breve comunicado en el que elogia el trabajo llevado a cabo por su auxiliar, monseñor Francis Lagan.
Monseñor Hegarty expresó su “profundo aprecio por los años hemos servido juntos como obispos de esta diócesis”, y afirmó que echará de menos “su sabiduría, su conocimiento de la diócesis y, sobre todo, su amistad personal, su compromiso y generosidad”.