FÁTIMA, jueves 13 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Los portugueses están descubriendo el verdadero rostro de Benedicto XV, que no es ni mucho menos el de alguien alejado, constata el padre Federico Lombardi S.I. director de la Oficina de Información de la Santa Sede.
En esta entrevista, concedida a la periodista Aura de Miguel, el portavoz Vaticano ha reconocido que «la etapa de Lisboa ha sido maravillosa, acompañada por la muchedumbre, no sólo en la explanada para la misa, sino también en las calles, con un gran entusiasmo».
«Los portugueses pensaban que el Papa era un hombre alejado, distante, frío, y han visto que es al revés. Es discreto, pero es muy cercano, amable, lleno de amor. Lo pudimos ver con los jóvenes, pero también con los niños. Es un primer resultado de este viaje».
Presentaban a Lisboa como una «gran ciudad secularizada», sigue explicando el padre Lombardi, pero ha descubierto que «el Papa ama al pueblo portugués, está a su lado».
Por este motivo, el padre Lombardi reconoce que «está muy contento, agradecido, por la acogida que se le ha reservado: siente el amor de los portugueses y su deseo de encontrarse con el Papa, que se manifiesta en sonrisas, cantos, alegría, y es un momento muy feliz para él».
En Fátima, sigue diciendo el portavoz, la atmósfera es «completamente diferente, con centenares de miles de peregrinos y esta manifestación de una fe sencilla, popular, se siente este amor, esta alegría de estar con el Papa, de celebrar esta gran fiesta de la fe: es una experiencia excepcional».
El padre Lombardi reconoce que estos cuatro días de viaje son sumamente intensos, llenos de encuentros públicos y privados, pero el pontífice siente las tres prioridades que comparten los obispos de Portugal: «la cultura, los sacerdotes, el compromiso social, puntos cruciales para la vida de la Iglesia y la sociedad».
Por este motivo, el padre Lombardi está convencido de que este viaje «va a ayudar a la renovación de la Iglesia, no sólo de Portugal».
Por Anita S. Bourdin