QUERÉTARO, viernes 14 de mayo de 2010 (ZENIT.org – El Observador).- Después de la despenalización del aborto hasta las doce semanas de gestación, hace tres años, en el Distrito Federal, el debate en México se ha centrado en la cuestión de si el aborto es un problema de salud pública de las mujeres o si, mediante su acceso indiscriminado, se evita la mortalidad de las mujeres que acuden al clandestinaje.
La doctora Rosario Laris, medico cirujano, maestra en salud pública y doctora en Bioética, comenta a ZENIT-El Observador los mitos sobre el aborto y los riesgos que este implica para las mujeres y la sociedad.
–¿Cuáles son, en su opinión, los principales mitos sobre el aborto que aún subsisten en el mundo y en México?
Rosario Laris: Yo diría que son cuatro: legalizar el aborto reduce la mortalidad materna; hay en México un número muy alto de mujeres que mueren por practicarse el aborto; legalizándose el aborto éste disminuye y que el aborto no tiene ninguna repercusión sobre la salud física y psicológica de las mujeres.
–¿En verdad reduce la mortalidad materna?
Rosario Laris: Eso es lo que dicen, pero la realidad es otra. Actualmente el 25 por ciento de las muertes maternas de todo el mundo sucede en la India, un país que desde 1972 tiene despenalizado el aborto. Otro ejemplo nos lo dan Rusia e Irlanda; en el primer país la proporción de muertes de maternas es seis veces mayor que en Irlanda, Rusia tiene despenalizado el aborto e Irlanda no. Ahora comparemos esta país con Estados Unidos allí hay dieciséis muertes de mujeres por cada cien mil nacidos vivos, en Irlanda solo cinco. Pero vámonos a países más cercanos, Chile tiene una menor proporción de muertes maternas que Cuba, donde el aborto esta permitido. Con esto podemos establecer que no hay conexión directa entre porcentaje de muertes maternas y despenalización del aborto. Lo que si reduce el número de muertes maternas, son servicios de salud de calidad.
–¿En México, dicen, hay muchas mujeres que mueren en el clandestinaje del aborto…?
Rosario Laris: Se cree que en México hay un número muy alto de mujeres que mueren por el aborto; la realidad es otra, los datos que nos arroja en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) o de la Secretaría de Salud es que en todo el país los casos de muerte por cuestiones relacionadas con el aborto son bajísimos. La mortalidad de mujeres embarazadas se debe principalmente a problemas de hipertensión, no por abortos clandestinos.
–¡Y qué opina de que la legalización disminuye los casos de aborto?
Rosario Laris: ¿Que al legalizar no se promueve? Eso es una mentira. Vemos el caso de Reino Unido y de España. En España se despenalizó el aborto hace veinte años y ha aumentado el 200 por ciento; el día de hoy uno de cada seis embarazos en España termina en aborto. Otro caso a resaltar es Polonia, allí durante décadas se permitió el aborto y el número era muy alto, al penalizarse este bajó al menos del uno por ciento del total de embarazos. Por eso debemos tener claro: despenalizar es promover el aborto.
–¿Y las repercusiones en la salud de las mujeres?
Rosario Laris: Está comprobado que en las mujeres que abortan aumenta la propensión de sufrir depresiones, ansiedad e ideas suicidas versus las mujeres que llevan a término su embarazo, en las mismas condiciones. Hay un estudio que se hizo en Nueva Zelanda donde se dio seguimiento a 630 pacientes desde su nacimiento hasta los 25 años. Algunas se embarazaron y de esas algunas abortaron la propensión a depresiones en la que abortaron era del 50 por ciento, contra un 25 por ciento de las que no lo habían hecho. Hay diversos estudios, en distintas partes del mundo y los resultados son los mismos: aumenta las ideas suicidas y el consumo de drogas en mujeres que han abortado, también aumenta el maltrato de niños en mujeres que abortaron.
–¿Cuáles serían las políticas públicas ideales para evitar que una mujer llegue a abortar?
Rosario Laris: Debería estar legislado un apoyo mayor a las mujeres embarazadas, un apoyo económico por parte del Estado, atención en servicios de salud de calidad, que la mujer vea un futuro para ese hijo pues muchas veces la madre se angustia al darse cuenta que su hijo no tendrá un futuro real. Se necesitan licencias maternas con mayor tiempo para el mejor cuidado de los vástagos. Pero el apoyo no debe venir sólo del gobierno, sino también de la sociedad.
–Hay quienes basan su aprobación al aborto en la existencia de conexiones neuronales ¿Qué opina al respecto?
Rosario Laris: El considerar esto implica que una persona con Alzhéimer deja de serlo, habría que preguntar a los parientes de un enfermo con Alzhéimer si lo consideran persona o no. A familias con este problema, les ha servido para fortalecer su unidad. Las características de una enfermedad no nos quitan el rango de personas; los daños físicos tampoco. Este era un argumento utilizados por los nazis. Cuando no consideramos a un niño de menos de 28 semanas o al enfermo de Alzhéimer como personas, estamos discriminando.
Por Omar Árcega