CRACOVIA, martes 18 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el documento final del quinto Encuentro Continental Europeo-Mediterráneo del Foro Internacional de la Acción Católica (FIAC) celebrado con el lema «Pan, vida, paz, libertad» en Cracovia y Chezstochowa del 6 al 9 de mayo.
Documento final
Cracovia, 9 de mayo 2010
El 9 de mayo, día de Europa y el 60° aniversario de la Declaración de Schuman, en Cracovia, en la fiesta litúrgica de San Estanislao, patrono de Polonia, se concluyeron los trabajos del 5° Encuentro Continental Europeo Mediterráneo del FIAC, que comenzó el 6 de mayo con la Celebración Eucarística presidida por el Cardenal Stanislaw Dziwisz.
Han participado, junto a los representantes de la Acción Católica de Polonia a nivel nacional y diocesano, representantes de España, Francia, Malta, Italia, Bosnia Herzegovina, Rumanía, Eslovaquia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, República Checa, Israel junto con Argentina y Burundi, países miembros del Secretariado del FIAC.
El encuentro de Polonia, en Cracovia-Lagiewniki, en el Centro Pastoral del Santuario de la Divina Misericordia, ha dado a todos la posibilidad de conocer mejor la Iglesia y la AC de este país, después que los anteriores encuentros se habían realizado en Cirkewwa-Malta en 1996, en Iasi -Rumanía en 1998, Sarajevo en Bosnia Herzegovina en 2003 y Madrid en España en 2007, un itinerario que continúa, con el deseo de caminar juntos en Europa, respirando con dos pulmones, como requiere la vocación espiritual de nuestro continente, desde el Atlántico hasta los Urales, siguiendo la escuela de Juan Pablo II.
El tema se ha centrado en cuatro palabras que se han identificado para todos los encuentros continentales, vida pan paz libertad, entre ellos en estrecha relación. Las palabras se han tomado del último mensaje de Juan Pablo II al Cuerpo Diplomático, en enero de 2005, como los desafíos para acoger a la luz del tema de la Jornada Mundial de la Paz 2005 «Vencer el mal con el bien». El FIAC los propone como una grilla para mirar la realidad de cada continente con los ojos de la fé, con humildad y confianza, sin prejuicios y sin miedo.
Los aportes han profundizado y evidenciado algunos aspectos: la responsabilidad de Europa en el mundo, la dimensión irrenunciable – también política y legislativa – de la defensa de la vida, la prioridad de la evangelización en un contexto que hace que Europa sea aún hoy un laboratorio del encuentro entre el cristianismo y las culturas, la realidad plural del continente, el deber de crecer en una ciudadanía europea y global, el aporte de la AC.
Se han identificado algunos campos fundamentales para privilegiar y así continuar construyendo un continente fraterno, abierto, acogedor, solidario y en paz:
• cultivar la pasión educativa, que está en el ADN de la Acción Católica, que pone la atención en la persona y a las personas, con una especial referencia a la familia,
• asumir el diálogo como una actitud humana y espiritual: el diálogo ecuménico, interreligioso y con las culturas en el espíritu del Concilio EcuménicoVaticano II, de la Ecclesiam Suam,
• compartir las tantas formas de pobreza – evidentes y no tan evidentes, en solidaridad, información y búsqueda de las causas y de las soluciones,
• profundizar en el conocimiento y en las potencialidades de los medios de comunicación de masa, afrontando el tema de la comunicación,
• promover la decisión de ser miembro de AC como opción significativa, en un contexto como el actual donde la atención de las relaciones humanas requiere enegías y tiempos no sólo virtuales .
Son ámbitos que requieren una adquisición global de la Doctrina los Social de la Iglesia, al estudio y a la construcción del bien común, en todos los niveles, con los hombres y las mujeres de buena voluntad.
Se señala como prioridad de carácter horizontal: la transmisión de la Fé a las generaciones más jóvenes y a su plena participación en la vida de la asociación, de la Iglesia y de la sociedad.
Se recomienda una siempre más profunda y motivada conciencia de la reciprocidad que debe caracterizar al continente europeo y que nos pertenece como expresión de nuestra catolicidad : somos laicos que viven en las Iglesias locales en Europa y en la Iglesia universal, nos comprometemos a intercambiar dones y experiencias, sobretodo entre Europa y Mediterráneo, Medio Oriente, África, reforzando el vínculo con Tierra Santa.
Han sido adoptados algunos compromisos concretos
– enviar un mensaje de solidaridad a la Conferencia Episcopal de Grecia
– promover una mayor atención y colaboración con el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE)
– caminar con las Iglesias del Medio Oriente hacia el Sínodo de octubre
«Europa es más que un continente. ¡Es una casa! Y la libertad encuentra su significado más profundo propio en ser una patria espiritual. Respetando plenamente la distinción entre la esfera política y la religiosa – distinción que garantiza la libertad de los ciudadanos de expresar el propio credo religioso y de vivir en sintonía con éste – deseo remarcar el rol insustituible del cristianismo en la formación de la conciencia de cada generación y para la promoción de un consenso ético fundamental, al servicio de cada persona que llama a este continente «casa»
Benedicto XVI Praga, 26 de septiembre 2009