CIUDAD DEL VATICANO, lunes 31 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- El próximo otoño comenzará la Visita Apostólica auspiciada por la Carta del Papa a los católicos irlandeses, y sobre la que la Santa Sede ha dado hoy algunos detalles a través de un comunicado.
Serán cuatro visitadores apostólicos, uno inglés y tres norteamericanos, los que emprendan esta tarea en las cuatro archidiócesis metropolitanas, Armagh, Dublín, Cashel y Tuam. Posteriormente, la visita se extenderá a algunas diócesis.
También está prevista una visita a los seminarios y a las órdenes religiosas que trabajan en Irlanda, incluyendo el Colegio Pontificio Irlandés en Roma.
Según el comunicado, esta visita «quiere ser una ayuda que la Santa Sede pretende ofrecer a los obispos, al clero, a los religiosos y a los fieles laicos para afrontar adecuadamente la situación determinada por los trágicos acontecimientos de los abusos realizados por sacerdotes y religiosos hacia menores».
Los visitadores «intentarán profundizar en las problemáticas relacionadas con el tratamiento de los casos y la debida asistencia a las víctimas, y verificar la eficacia y la posibilidad de mejoras de las actuales modalidades de prevención de los abusos».
En el comunicado se invita a los católicos irlandeses a «apoyar con la oración esta obra de ayuda fraterna», esperando que ésta «pueda ser para ellos una ocasión de renovado fervor en la vida cristiana, pueda profundizar su fe y reforzar su esperanza en Cristo nuestro Salvador».
No sólo una «visita»
De hecho, la nota vaticana insiste en que la visita va más allá de la crisis puntual, pues quiere también «contribuir a la renovación espiritual y moral deseada y ya puesta en marcha con decisión por la Iglesia en Irlanda».
Según el propio comunicado, además de las visitas a las diócesis, habrá una visita en profundidad a los seminarios, organizada por la Congregación para la Educación Católica y dirigida por monseñor Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
Respecto a ésta, el comunicado informa que, «aun poniendo especial atención en las problemáticas que han exigido la Visita Apostólica, en el ámbito de los seminarios ésta tendrá en cuenta todos los elementos que conciernen a la formación sacerdotal».
Monseñor Dolan, nacido en una familia de origen irlandés, tuvo que lidiar con la crisis de los casos de abuso en Estados Unidos, cuando era arzobispo de Milwaukee, y es conocida su labor de renovación de los seminarios, especialmente cuando fue rector del Colegio Pontificio Norteamericano de Roma.
Por otro lado, la Congregación para la Vida Consagrada se encargará de la visita apostólica a las órdenes religiosas presentes en Irlanda.
Esta visita se realizará en dos fases: en la primera, se realizará «una investigación a través de un cuestionario, enviado a todos los Superiores de los institutos religiosos presentes en Irlanda, con el fin de llegar a un conocimiento adecuado de la situación actual y de los proyectos sobre la observancia y la mejora de las normas de las guidelines».
Después vendrá la visita en persona, con cuatro religiosos, dos hombres y dos mujeres, que «llevarán a cabo un atento estudio de valoración de los resultados recogidos y de los posibles pasos a dar en el futuro para favorecer una etapa de renacimiento espiritual de la vida religiosa en la Isla».
Visitadores con experiencia
El cardenal Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo emérito de Westminster, será el encargado de coordinar la visita en la archidiócesis primada de Armagh, en Irlanda del Norte.
Este purpurado, cuando estaba en activo, invitó a Lord Nolan, juez retirado y miembro eminente de la Cámara de los Lores, a realizar el primer informe, en el año 2000, sobre los casos de pederastia entre sacerdotes de Inglaterra y Gales, en el que luego se conoció como Informe Nolan.
Posteriormente, en el año 2001, puso en marcha un departamento independiente para vigilar la protección de menores y adultos vulnerables, llamado COPCA.
Al año siguiente, el cardenal Murphy -O’Connor puso en marcha un proceso trienal, con el lema At Your Word, Lord,que quiso marcar una renovación espiritual y pastoral que fuese más allá de la «crisis pedofilia», y que implicó alrededor de 20.000 fieles diocesanos.
Por su parte, el cardenal Sean Patrick O’Malley, arzobispo de Boston, ha sido designado para visitar la archidiócesis de Dublín, una de las más afectadas por el escándalo de los abusos.
El cardenal O’Malley ha sido uno de los prelados que más trabajó durante la crisis de los abusos en Estados Unidos. En 1992 fue nombrado obispo de Fall River, para dirigir la diócesis tras el grave caso del sacerdote James Porter, imputado por unas cien violaciones.
Diez años después fue nombrado titular de Palm Beach, después de que la diócesis fuese sacudida por el escándalo de las revelaciones de abusos que afectaron a dos de sus anteriores obispos.
Nueve meses después fue nombrado arzobispo de Boston, tras la dimisión del cardenal Bernard Francis Law, quien había presentado su renuncia al gobierno pastoral por los numerosos escándalos de abuso acaecidos en esa arquidiócesis.
Las otras archidiócesis han sido encargadas a dos arzobispos canadienses, monseñor Cristopher Collins (Toronto) para Cashel and Emly, y monseñor Terrence Thomas Prendergast S.I. (Ottawa) para Tuam. Ambos han trabajado en la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto y en el Gran Jubileo.
[Por Inma Álvarez]