SMOLENSKO, viernes 11 de junio de 2010 (ZENIT.org).- El Patriarca Kiril de Moscú mostró su esperanza, el pasado viernes 4 de junio, de que Katyn se convierta en un símbolo de reconciliación histórica y un lugar común de oración para rusos y polacos, según informa la agencia rusa Interfax.
El Patriarca visitó el pasado fin de semana el Memorial construido en el lugar donde en el mes de marzo de 1940, alrededor de 22.000 prisioneros polacos fueron ejecutados por la NKVD, y enterrados en fosas comunes, por órdenes de Stalin.
Al visitar Katyn, el Patriarca Kiril pudo ver la maqueta de la Iglesia memorial de la Resurrección, que se está construyendo en el lugar, y cuya primera piedra colocaron los primeros ministros de Rusia y Polonia el pasado mes de abril.
El jefe de la Iglesia ortodoxa auguró que esta iglesia “llegue a ser un lugar de ardiente oración para todos aquellos que visiten Katyn.»
“Dejemos que este sufrimiento compartido, este dolor compartido y esta sangre compartida nos reconcilie por encima de los desacuerdos históricos y de otro tipo”. “Nada reconcilia a los pueblos mejor que el sufrimiento compartido”, añadió.
El prelado mostró su esperanza de que Katyn se convierta en “un lugar de sagrada memoria que nos ayude a entender claramente el significado del proceso histórico, y que al mismo tiempo sea un lugar de oración común”.
«Rezo por nuestra reconciliación y espero un futuro pacífico y próspero de las dos naciones eslavas en nuestros países”, subrayó.
La masacre de Katyn fue hecha pública por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército alemán invadió la Unión Soviética, en 1943. Se refiere al asesinato masivo de oficiales y funcionarios polacos recluidos en los campos de concentración de Ostashkov, Kozielsk y Starobielsk, por obra del Ejécito Rojo.
El hecho ha supuesto una herida en las relaciones entre Polonia y Rusia, entre otras razones, porque el reconocimiento de los hechos no se produjo hasta 1990.
El pasado 10 de abril, precisamente con motivo de la conmemoración de esta masacre, perdió la vida en un accidente aéreo el Presidente de Polonia Lech Kaczyński, junto con numerosos militares y miembros del Parlamento polaco.