CIUDAD DEL VATICANO, martes, 15 de junio de 2010 (ZENIT.org).- «Atmósfera de entendimiento mutuo». Con estas palabras han definido ambas delegaciones la cumbre de negociaciones entre la Santa Sede e Israel que se celebró este martes en el Palacio Apostólico Vaticano.
«La plenaria dio la bienvenida a los progresos realizados por la Comisión de Trabajo desde la última plenaria, y ha encontrado un acuerdo sobre los próximos pasos que hay que dar hasta la conclusión del acuerdo», afirma el comunicado conjunto emitido poco después del encuentro.
Las negociaciones tienen lugar en conformidad con el Artículo 10 § 2 del «Acuerdo Fundamental», firmado el 30 de diciembre de 1993 entre Israel y la Santa Sede, que permitió las relaciones diplomáticas entre ambas realidades.
Las negociaciones buscan un acuerdo global sobre todas las cuestiones fiscales y de propiedad pendientes entre Iglesia y Estado, que no habían quedado detalladas en aquel acuerdo, pero que son decisivas para los Santos Lugares.
La delegación de la Santa Sede fue dirigida por monseñor Ettore Balestrero, subsecretario para las Relaciones con los Estados; mientras que la delegación del Estado de Israel estaba dirigida por el señor Daniel Ayalon, viceministro de Asuntos Exteriores.
El comunicado conjunto no revela detalles sobre los acuerdos que se van alcanzando pues en esta materia rige un principio: «nada está concordado hasta que no esté todo concordado».
La próxima plenaria se celebrará el 6 de diciembre de 2010 en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, mientras que la próxima reunión de la Comisión de Trabajo está prevista para el 27 y 28 de julio de 2010.
En la delegación de la Santa Sede participaban también el arzobispo Antonio Franco, nuncio apostólico en Israel, presidente de la delegación vaticana en la Comisión de Trabajo; el obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo, vicario del Patriarcado Latino de Jerusalén; monseñor Maurizio Malvestiti, subsecretario de la Congregación para las Iglesias Orientales; monseñor Alberto Ortega, de la secretaría de Estado, el archimandrita Maher Abboud; y el padre David-Maria A. Jaeger, OFM, consejero legal.
En la delegación israelí participaban, entre otros, los señores Shmuel Ben-Shmuel, jefe de la Oficina de Asuntos Judíos e Interreligiosos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel; Mordechay Lewy, embajador de Israel ante la Santa Sede; Ronen Gil-or, director del Departamento Jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, y Bahij Mansour, director del Departamento de Asuntos Religiosos de ese mismo Ministerio.
