Sobre la objeción de conciencia, victoria provida en Estrasburgo

Entrevista al presidente del “PPE-Cristiano Democratici”, Luca Volontè

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ESTRASBURGO, jueves 14 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa rechazó el 7 de octubre el Informe de la diputada británica Christine McCafferty, en el que se pedía limitar los derechos fundamentales de los ciudadanos a la objeción de conciencia, sobre todo los de los que trabajan en el sector sanitario y no quieren participar en prácticas como el aborto y la eutanasia.

La Asamblea Parlamentaria no sólo rechazó el Informe McCafferty, sino que lo sustituyó por un nuevo texto en el que el derecho del personal médico a la objeción de conciencia se consagra de manera explícita.

Se trata de una victoria importante para el derecho a la vida, un acontecimiento que nadie había previsto. Todos los temores ante la eventual aprobación del Informe McCafferty se desvanecieron y fueron sustituidos por manifestaciones de júbilo.

Para comprender cómo ha sido posible transformar una resolución anti-vida en una favorable al derecho a nacer, ZENIT ha entrevistado al presidente del Grupo PPE-Cristiano Democratici en la Asamblea Del Consejo de Europa.

– ¿Cuál es la buena noticia? ¿Qué ha sucedido en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa?

Luca Volontè: La buena noticia es que, tras 60 años de su firma, los solemnes compromisos de la Convención de los Derechos Humanos del Consejo de Europa todavía están vivos y bien.

La acción guiada por nuestro grupo parlamentario, que ha recibido el apoyo de muchísimas ONG europeas, diversas Iglesias cristianas y muchos exponentes laicos, no sólo ha “volteado” el Informe McCafferty, que quería restringir y abolir la objeción de conciencia en todos los países del Consejo, sino que ha reafirmado la inalienabilidad de los derechos humanos y de la libertad de conciencia en Europa.

– ¿Cómo se desarrolló el debate y cómo se llegó a un éxito tan favorable a la cultura de la vida?

Luca Volontè: Un debate intenso y polémico, donde por un lado desde el PPE habíamos querido aclarar rápidamente que nos opondríamos firmemente a la destrucción de los derechos humanos, y por otro, una repetición de consignas falsas y gastadas.

Falsas, porque se partía de la negación de la realidad; de hecho, todos los países del Consejo poseen previsiones sanitarias directas o indirectas que valoran la objeción de conciencia y permiten las prestaciones sanitarias para todos.

Gastadas porque apareció desde el debate sobre la primera enmienda la firme afirmación de la centralidad de la libertad de conciencia en el ámbito médico para todos los individuos e instituciones.

Nosotros oponíamos razones y defendíamos los derechos humanos y los socialistas repetían constantemente sólo consignas del periodo de la “revolución sexual”.

Así, voto tras voto, con una táctica prevista hasta el último detalle, desmontamos el Informe McCafferty y lo sustituimos con afirmaciones firmes y emblemáticas sobre la libertad y el derecho a la objeción de conciencia.

– ¿Cuáles eran las amenazas? ¿Qué proponía el Informe McCafferty?

Luca Volontè: Las amenazas eran claras, lo han sido desde el principio del debate en 2009: reducir el derecho a la objeción de conciencia para los médicos y ajustarlo para el personal paramédico y las estructuras hospitalarias públicas y privadas.

Al mismo tiempo, en el Informe había propuestas peligrosa de introducción del “derecho humano al aborto” y balanceos desquiciados, jurídicamente nulos, entre derechos humanos reconocidos por centenares de Acuerdos y Declaraciones universales e imaginarios (ideológicos) derechos a la salud reproductiva (aborto) y a la eutanasia.

La aprobación del Informe era esperada muy esperada por los Gobiernos socialistas (Zapatero el primero) y, según la señora McCafferty, también por el Tribunal de Estrasburgo para interpretar y promover sentencias y legislaciones que abolieran la objeción de conciencia para los médicos, paramédicos y hospitales.

– ¿Cómo pueden influir los resultados de este debate en concreto en la práctica médica?

Luca Volontè: Ahora, a pesar de que la Resolución no tenga un carácter “obligatorio” para Parlamentos y Gobiernos, será mucho más fácil en los tribunales internos e internacionales la defensa del derecho a la objeción de conciencia en todos los países del Consejo de Europa.

Partidos y movimientos provida podrán desafiar leyes injustas y aportar más fuerza en los tribunales. Los españoles ya se están moviendo en esta dirección.

De nuestro trabajo puede nacer una verdadera revolución positiva para Europa. Ha sido una victoria tan concreta como simbólica.

– Muchos consideran el éxito de este debate un signo de los tiempos, la punta del iceberg de un modelo cultural favorable a la vida que está emergiendo, después de tantos años de cultura de la muerte. ¿Qué opina al respecto?

Luca Volontè: No sé si es un signo de los tiempos, muchos movimientos provida europeos deben trabajar de manera distinta, algunos ya lo están haciendo y los resultados están a la vista.

Sin embargo, la cultura de la vida es la única esperanza razonable de vida futura del continente europeo que vive una crisis demográfica suicida.

Hay por tanto buenas razones de esperanza y mucho trabajo por hacer, estamos sólo al principio pero como nos enseñan los peregrinos de todos los tiempos, el camino empieza con un paso. Sursum Corda!

[Por Antonio Gaspari, traducción del italiano por Patricia Navas]

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ZENIT Staff

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