CIUDAD DEL VATICANO, viernes 24 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Quince presos de Padua han confeccionado artesanalmente los 232 panettoni -grandes bizcochos que tradicionalmente se ofrecen en Navidad en Italia- que Benedicto XVI ofrece este año a sus colaboradores, benefactores y prelados de la Curia romana con motivo de las fiestas navideñas.
Una manera de reinsertar en la sociedad a los presos de esta estructura es enseñarles un oficio, explicó L’Osservatore Romano.
De los 232 panettoni, 12 se han colocado dentro de unas cajas que reproducen los frescos de Navidad de Giotto de la capilla de los Scrovegni de Padua.
Las cajas han sido decoradas por diseñadores de la asociación italiana Cometa, dedicada a la acogida y a proyectos socio-educativos para niños.
El chocolate proviene de la Fundación Piazza dei mestieri de Turín, que trabaja con adolescentes en riesgo de marginación.
Los vinos proceden de la Comunidad terapéutica Pinocho de Brescia, dedicada al restablecimiento físico, moral y social de toxicómanos.
Finalmente, las confituras las han realizado los trapenses de Vitorchiano, comunidad situada a unos cien kilómetros al norte de Roma.