ALEJANDRIA, viernes, 11 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Si bien las noticias sobre la dimisión de Hosni Mubarak eran todavía confusas en el momento de esta entrevista concedida a ZENIT, el cardenal Antonios Naguib, patriarca copto católico de Alejandria (Egipto), alienta la contribución de los fieles católicos a la vida política de su país.
«Esperamos que el gobierno interino logre soluciones que restablezcan la estabilidad y seguridad», confiesa el patriarca.
–¿Cuál es la posición de la Iglesia católica ante lo que está sucediendo en Egipto en estos momentos en Egipto?
–Cardenal Antonios Naguib: Indudablemente, al igual que en el caso de otras instituciones y organizaciones presentes en nuestra querida nación y que componen esta nación, la Iglesia católica en Egipto denuncia firmemente la violencia y el vandalismo, y todo los que impide la una vida normal digna de nuestros compatriotas. Al mismo tiempo, la Iglesia alienta a promover un clima de fraternidad nacional y de diálogo constructivo que incremente la conciencia y la verdadera afiliación a nuestro país, Egipto. Debemos promover el espíritu de participación activa en la vida social, especialmente a través del deber del voto y de otros deberes nacionales.
Por lo que se refiere a la situación actual, alentamos la participación con otros ciudadanos en el servicio de comités populares de protección de las familias, la propiedad y las instituciones públicas.
Esperamos que el gobierno interino logre soluciones que restablezcan la estabilidad y seguridad.
–Los católicos egipcios, ¿han participado en las protestas?
–Cardenal Antonios Naguib: Sí, han estado presentes dese el inicio de las manifestaciones, desde el 25 de enero hasta ahora. Participan como ciudadanos egipcios que buscan el bien de la nación. Es importante que no hablen o actúen promoviendo la violencia o el vandalismo. Tienen que saber que ellos deberían tomar la iniciativa o interrumpir una acción en caso de que los requiera el bien común de la nación.
Hemos informado a nuestras iglesias de la clara posición de la Iglesia católica sobre la acción política. De hecho, el Código de Derecho Canónico prohíbe al clero tomar acciones políticas que no estén relacionadas con la protección de la Iglesia o la promoción del bien común. Al mismo tiempo permite a los demás fieles ejercer este derecho. Por tanto, tienen que participar en la vida política y social, expresar sus opiniones, y votar en las elecciones. Esto les da derechos y les permite expresar sus ideas de una manera legítima y pacífica, sin violencia. Cada quien debería tomar libremente ante Dios una decisión confirme.
–Durante la oración del viernes, en Teherán, el Ayatolá Jamenei invitó a Egipto a seguir los pasos de la revolución islámica de 1979. ¿Ve usted este peligro? Y si esto sucede, ¿cuál sería la posición de la Iglesia?
–Cardenal Antonios Naguib: Desde luego que se da el peligro. Pero el pronunciamiento publicado por los Hermanos Musulmanes en la noche del 4 de febrero, publicado por los periódicos el sábado, 5 de febrero, declara que «el grupo no tiene planes. Su objetivo es servir al pueblo, y esto es lo que han hecho durante 80 años. Están haciendo sacrificios a favor de la estabilidad del pueblo, y buscando que los ciudadanos de todas las denominaciones adquieran sus derechos como un deber religioso legítimo y un compromiso nacional. No aspiran a la presidencia, ni a ninguna autoridad o puesto. Cuentan con la reforma popular progresiva y pacífica». Esperamos que esto refleje su verdadera posición. En ese caso, será normal que observen las leyes generales de los partidos, y que participen a través de sus representantes en el parlamento y en la Asamblea Consultiva Egipcia o Majlis al-Shura.
–¿Se ha encontrado con líderes musulmanes para unir su voz durante el período de inestabilidad que ha vivido el país?
–Cardenal Antonios Naguib: No, esto no ha sucedido.
–¿Cómo ve el futuro de Egipto, y más en particular el futuro de la Iglesia católica en Egipto?
–Cardenal Antonios Naguib: Estamos buscando un futuro mejor para Egipto y para todos los egipcios. La situación de los cristianos y de los católicos depende de la situación general de Egipto y del sistema que se asuma, así como de su presidente para el período que viene.
