JERUSALÉN, viernes 1 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la declaración final del encuentro de la Comisión Bilateral de las delegaciones del Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con los judíos, que ha sido hecha pública hoy por la Santa Sede.
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1. La Comisión Bilateral de las delegaciones del Gran Rabinato de Israel y la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo celebró su décima reunión para debatir los Desafíos de la Fe y del Liderazgo Religioso en la Sociedad Laica. La reunión se comenzó con un momento de silencio en memoria del Rabino Jefe Yosef Azran, que había sido miembro de la Delegación del Gran Rabinato durante muchos años. El Rabino Jefe Shear Yashuv Cohen, co-presidente de la Comisión Bilateral, dio la bienvenida a los participantes y reiteró la naturaleza histórica y la importancia de estas reuniones. Su colega, el cardenal Jorge Mejía, saludó en nombre del cardenal Kurt Koch, recientemente nombrado Presidente de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, a los delegados. El Gran Rabino de Israel, el Rabino Yona Metzger, agradeció la reunión y expresó su firme apoyo y aliento al trabajo de la Comisión Bilateral, admitiendo su influencia en el cambio positivo acaecido en la percepción de las relaciones Judeo-Cristianas en la sociedad de Israel.
2. Las deliberaciones trataron de definir los retos a los que se enfrenta la sociedad secular moderna. Además de sus muchos beneficios, los rápidos avances tecnológicos, el consumismo desenfrenado y una ideología nihilista que se centra de forma exagerada en el individuo a expensas de la comunidad y del bienestar colectivo, nos han conducido a una crisis moral. Junto a los beneficios de la emancipación, el siglo pasado ha sido testigo de una violencia y una barbarie sin precedentes. Nuestro mundo moderno está sustancialmente desprovisto de sentido de pertenencia, significado y propósito.
3. La fe y el liderazgo religioso tiene un papel fundamental en la respuesta a estas realidades, para proveer de esperanza y de orientación moral que da la conciencia de la Presencia Divina y la Divina Imagen en todos los seres humanos, Nuestras respectivas tradiciones afirman la importancia de la oración, ambas como expresión de la conciencia de la Divina Presencia, y como forma de afirmar esta conciencia y sus imperativos morales. Además, el estudio de la Palabra Divina en las Escrituras ofrece una esencial inspiración y orientación para la vida. La descripción bíblica de Moisés (Éxodo 3, 1-15) se presentó como paradigma de líder religioso que, a través de su encuentro con Dios, responde a la llamada Divina con total fe, amando a su gente, anunciando la Palabra de Dios sin miedo, teniendo la libertad y la valentía y la autoridad que viene de la obediencia a Dios siempre e incondicionalmente, escuchando a todos, preparado para el diálogo.
4. La responsabilidad de los fieles es dar testimonio consecuentemente de la Divina Presencia en nuestro mundo (Isaías 43, 10), mientras que reconocen sus fallos en el pasado para ser verdaderos y plenos testigos de esta. Este testimonio se debe ver en la educación, centrándose en los jóvenes y en el compromiso efectivo de los medios de comunicación. Del mismo modo, en el establecimiento y funcionamiento de las instituciones de caridad que cuidan a los más débiles, a los enfermos y a los marginados, en el espíritu de ‘tikkun olam’ (curación del mundo). Además, la obligación religiosa de justicia y de paz también precisa de un compromiso entre líderes religiosos y las instituciones de derecho civil.
5. La sociedad secular moderna ha traído consigo muchos beneficios. En efecto, si se entiende secular en términos de un compromiso más amplio de la sociedad en general, es posible proveer una sociedad en la que la religión pueda prosperar. Además el enfoque, antes mencionado, en el individuo, ha traído muchas bendiciones y ha llevado a una enorme atención en el tema de los derechos civiles. Sin embargo, para que esta focalización pueda ser sostenible, necesita basarse en un mayor marco antropológico y espiritual, que tome en cuenta “el bien común”, que encuentra su expresión en la fundación religiosa de los deberes morales. La afirmación de la sociedad de tales deberes humanos, sirve para potenciar y consagrar los derechos humanos de sus constituyentes.
6. Como resultado de la discusión sobre las implicaciones prácticas para los líderes religiosos en relación a los temas de actualidad, la Comisión Bilateral expresó su esperanza de que las cuestiones pendientes en las negociaciones entre la Santa Sede y el Estado de Israel, se resuelvan pronto, y que los acuerdos bilaterales sean rápidamente ratificados para el beneficio de ambas comunidades.
La Delegación Católica aprovechó la oportunidad para reiterar la enseñanza histórica de la Declaración Nostra Aetate (nº4) del Concilio Vaticano II, con respecto al Pacto Divino con el Pueblo Judío que “son amados en atención a sus padres. Porque los dones y la llamada de Dios son irrevocables”. (cf. Epístola a los Romanos 11, 28-29), y recordó la oración por la paz que el Papa Benedicto XVI realizó al recibir a la Delegación Bilateral en Roma el 12 de marzo de 2009, citando el salmo 125 “ Como Jerusalén está rodeada de montañas: así rodea el Señor a su pueblo, desde ahora y para siempre”.
Jerusalén
31 de marzo, 2011, Adar II 25, 5771
Gran Rabino Shear Yashuv Cohen
(Presidente de la Delegación Judía)
Cardenal Jorge Maria Mejía
(Presidente de la Delegación Católica)
Gran Rabino Rasson Arussi
Gran Rabino David Brodman
Gran Rabino David Rosen
Sr. Oded Wiener
Cardenal Peter Kodwo Turkson
Patriarca Fouad Twal
Arzobispo Bruno Forte
Arzobispo Antonio Franco
Obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo
Mons. Pier Francesco Fumagalli
Padre Pierbattista Pizzaballa, O.F.M.
Padre Norbert Hofmann, S.D.B.
[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]