SANKT GALLEN, domingo 3 de abril de 2011 (ZENIT.org).- La presidencia del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) hizo ayer público un comunicado en el que llama a la solidaridad de Europa ante los continuos desembarcos de inmigrantes italianos en Lampedusa.
El documento está firmado por los cardenales Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest, Josip Bozanić, arzobispo de Zagreb, y Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Burdeos, presidente y vicepresidentes, respectivamente, del CCEE.
“Nos es conocido a todos la conmovedora afluencia de emigrantes que llegan a Europa, especialmente desde Libia, afectada por la guerra”, afirma el comunicado.
Sin embargo, los obispos advierten que no es un problema sólo para Italia, pues “las masas de prófugos – subrayan – desembarcan en Europa en costas italianas”.
Por tanto, este problema “no afecta sólo a una nación, sino que apela a la solidaridad, también institucional, de todos los pueblos del continente europeo, como también la de las estructuras de la Unión Europea y de los demás organismos continentales”.
Por ello, los obispos reclaman “la participación efectiva de todos los responsables en la solución de este problema verdaderamente grave y urgente”.
“Debemos ver en cada persona humana la inalienable dignidad de la criatura que lleva en sí ka imagen de Dios”, insisten los obispos. “Somos también responsables de la salvaguarda del orden legal y respetuoso de la dignidad de todas las personas en los países de nuestro continente”.
Por último, piden una pronta solución al conflicto libio: “Oramos para que las armas cedan espacio a la razón y al diálogo”, concluye el comunicado.
