Por José Antonio Varela
ROMA, martes 7 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Con motivo de las celebraciones por el 250 aniversario del nacimiento del beato francés Guillermo José Chaminade, fundador de la Familia Marianista, ZENIT conversó con el padre Antonio Gascón, postulador general de la congregación.
En esta entrevista, Gascón explica detalles en exclusiva para los lectores, sobre el milagro que está en estudio en Roma para el proceso de canonización del fundador.
–¿Qué significado tiene celebrar los 250 aniversario del Beato Chaminade?
Antonio Gascón: Significa una fuerza espiritual en nuestra vida y en la misión, la que desenvolvemos en colaboración con centenares de laicos en torno a nuestras obras y comunidades. Es un fuerte impulso de entusiasmo, en nuestra identidad de marianistas en la Iglesia.
– ¿Cómo va el proceso de canonización del Beato fundador?
Antonio Gascón: Hay en estudio un caso de una señora en Saint Louis (EE.UU.), curada de cáncer en 2005. El proceso diocesano ya se cerró y el caso está en la Congregación para la Causas de los Santos.
– ¿Cuáles han sido los detalles de esta curación?
Antonio Gascón: Es una curación en el 2005, de un cáncer a una señora cuando era adolescente, perteneciente a la parroquia marianista Nuestra Señora del Pilar en Saint Louis. Fue un extraño cáncer relacionado al metabolismo en el crecimiento de los jóvenes, por el que tuvo muchas intervenciones quirúrgicas, hasta que al final, los médicos la iban a intervenir para que muriera tranquila y sin dolores… Pero cuando les anunciaron esta intervención, sus padres y amigos le rezaron al padre Chaminade por la curación, y cuando los médicos volvieron a operarla para extirparle lo más que se pudiera de la masa tumoral, se encontraron que ésta masa estaba muerta.
– ¿Qué otros marianistas hay en camino a los altares?
Antonio Gascón: Tenemos los 7 beatos mártires españoles de la persecución religiosa de los años 30. Hay otro mártir del nazismo, el beato Santiago Gapp, asesinado en 1943 por su condición de sacerdote. Tenemos abierto el caso del joven Faustino Pérez Manglano, muerto en 1963 y actualmente ya Venerable, quien fue alumno del colegio marianista de Nuestra Señora del Pilar en Valencia. Es un caso muy interesante porque en torno a él se ha creado un movimiento pastoral y juvenil de muchos adeptos.
Tenemos al padre Domingo Lázaro, eminente pedagogo español muerto en 1935, cuyo causa ya está presentada ante la Congregación. El año pasado se abrió la causa de otro sacerdote español, el padre Vicente López Uralde, de quien se está escribiendo la Positio. También tenemos el caso de la fundadora de las marianistas, la madre Adela de Batz de Trenquelléon, que ya es Venerable; depende ahora de un milagro para que sea declarada Beata.
– ¿Cuál considera que ha sido el hilo conductor de los beatos y venerables marianistas?
Antonio Gascón: Creemos que las causas son un testimonio fuerte de la santidad, de nuestro carisma y género de vida marianista transmitido por Dios al padre Chaminade. He visto que cuando se abre un caso de canonización en una diócesis, todos sienten una gran alegría y colaboran gratuitamente porque ven que en esa persona ha estado presente Dios; es el paso del santo en nuestras vidas. Estamos contentos que existan estas figuras porque son una fuente de vida y misión evangélica muy fuertes en nuestra Congregación.
– ¿Qué énfasis le quieren dar a esta celebración de los 250 años?
Antonio Gascón: Nos gustaría que Chaminade nos ayudara a fortalecer nuestra espiritualidad mariano-apostólica y nuestro impulso misionero en esta nueva cultura globalizada. Y que se hiciera con una sensibilidad mariana en nuestra vida, en nuestra espiritualidad, en la comunicación de la fe. Y esto en colaboración y comunión eclesial con los seglares en torno a nuestras obras y comunidades que forman la Familia Marianista. Nos interesa el mundo de los jóvenes. Y en los países del Tercer Mundo nos interesa el desarrollo social, económico, cultural y político de los grupos humanos y sociedades, que es el trabajo con los pobres, abriéndolo a toda la sociedad y no sólo como un hecho sociológico.
– ¿Qué invocación haría para que se conozca más al Beato fundador?
Antonio Gascón: El modo de conocer al padre Chaminade es mantener un contacto con él en dos niveles: uno intelectual, de leerlo a él mismo u obras sobre él. Y otro nivel vital es mantener un contacto de oración, de comunión espiritual, porque es un Beato y merece el culto litúrgico de nuestra familia religiosa y la devoción personal. Debería surgir en los religiosos de la familia Marianista un modo de entender y de vivir el Evangelio, la Iglesia, la misión al estilo de Guillermo José Chaminade, que es un maestro de vida espiritual.
– ¿Y a los venerables y beatos?
Antonio Gascón: Teníamos un deber de reconocimiento y gratitud por el martirio, de los que ya han sido declarados mártires. En el caso de Faustino, puede ser un gran campo de trabajo pastoral con adolescentes y jóvenes. El papa Benedicto XVI está muy interesado en la pastoral infantil y juvenil y hay un gran reto de llegar a las nuevas generaciones… Los padres Domingo Lázaro y Vicente López Uralde son grandes testigos del trabajo educativo y pastoral con los jóvenes. En el caso de la fundadora de las religiosas, es una llamada a la vida evangélica y a la misión, que debe ser motivada por las mismas marianistas, con una pastoral centrada en el testimonio de la madre Adela.
