CIUDAD DEL VATICANO, martes 28 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Volver a celebrar la fiesta del Corpus Christi en jueves mostraría que Cristo ocupa el lugar central y ayudaría a relacionarla con el Jueves Santo.
Lo afirmó el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Antonio Cañizares, ante los micrófonos de Radio Vaticano, con motivo de la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, celebrada en muchos lugares el domingo pasado.
“Creo que exaltar la fiesta de Corpus por sí misma separada del domingo sería una realidad muy gozosa y muy esperanzadora porque supondría en medio de la semana decir a todas las gentes que verdaderamente Cristo es el centro de todo”, declaró.
Para conseguirlo, el purpurado propuso “vivir cada vez más intensamente la fiesta de Corpus en el día que está actualmente, el domingo”.
Según el cardenal Cañizares, si se vive intensamente esta fiesta, aunque sea en domingo, no tardará en llegar el día en que “se pueda volver a celebrar de nuevo, como históricamente ha sido, la fiesta de Corpus en jueves, que evoca, de alguna manera, el Jueves Santo”.
El cardenal se refirió también a un refrán que recoge la tradición popular española de celebrar la fiesta de la Eucaristía en jueves: “Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Corpus Cristi, Jueves Santo, Día de la Ascensión”.
Actualmente, en la mayoría de ciudades españolas, la fiesta del Corpus Christi se celebra en domingo, y en la mayoría de Comunidades Autónomas, el jueves anterior está marcado como día laborable.
Sin embargo, algunas Iglesias celebraron la fiesta el jueves, como Toledo, que acogió una misa en rito hispano-mozárabe, Sevilla y Granada, con sus tradicionales procesiones con el Santísimo por las calles.
“Mi deseo personal desde hace muchísimo tiempo es que volvamos al jueves de Corpus”, confió el que fuera arzobispo de Toledo y primado de España.
Para él, esta fiesta significa “reconocer que Dios está aquí” y salir en procesión con el Santísimo por las calles es una invitación a adorar al Señor, una confesión pública de la fe en el Él y reconocer que ir “junto al Señor es lo que verdaderamente importa para la renovación y la transformación de la sociedad”.
“Es un día de alegría muy grande sobre todo en España –añadió- y por eso la fiesta de Corpus debería tener el realce cada día mayor en todas las comunidades y en todos los cristianos para proclamar el hecho real de que Cristo está presente en la Eucaristía, de que Cristo está con nosotros”.