CIUDAD DEL VATICANO, martes 5 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI visitó este martes por la mañana la sede del diario del vaticano L’Osservatore Romano y subrayó la importancia de informar de modo auténticamente humano, indicando que ésto se puede conseguir tomando como línea guía la justicia y la esperanza.

“Hace pocos días, el 1 de julio, L’Osservatore Romano, alcanzó la notable edad de 150 años de vida. Querría deciros de todo corazón, como se hace en casa: ¡Feliz cumpleaños!” dijo. 

Esta celebración “suscita sentimientos de gratitud y de orgullo legítimo” explicó, afirmando que su visita era “para expresar mi reconocimiento a cada uno de los que “hacen” el periódico con pasión humana y cristiana y con profesionalidad”.

El “modo moderno” de realizar un diario, prosiguió el Papa “exige mucha más, digamos, creatividad humana que trabajo técnico”. Por ello este “taller” en donde nace L’Osservatore Romano “se dedica ciertamente a hacer, pero antes y sobre todo, a conocer, a pensar, a juzgar y a reflexionar”. 

Prioridades

En su discurso, Benedicto XVI reconoció que “nadie puede informar de todo” por ello “es necesario tener siempre un discernimiento, una elección”.

“Y sabemos bien – dijo- que la elección de las prioridades es en la actualidad, a menudo muy discutibles, en muchos órganos de la opinión pública”.

Por ello, “L’Osservatore Romano tomó siempre dos criterios: Unicuique suum y Non prevalebunt. Esta es una síntesis característica para la cultura del mundo occidental. Por una parte, el gran derecho romano, el derecho natural, la cultura natural del hombre concretizada en la cultura romana, con su derecho y el sentido de la justicia, y por otro lado por el evangelio”·.

“Se podría decir también – prosiguió el Santo Padre – que con estos dos criterios – el de derecho natural y el del Evangelio – tenemos como criterio la justicia y por otra parte la esperanza que viene de la fe”.

Estos dos criterios unidos – la justicia que respeta a todos y la esperanza que ve también las cosas negativas bajo la luz de la bondad divina de la que estamos seguros por la fe – ayudan a ofrecer realmente una información humana, humanística, en el sentido de un humanismo que tiene sus raíces en la bondad de Dios. Y así no es sólo información, sino, realmente, formación cultural”. 

Observatorio

Benedicto XVI consideró que “en este observatorio se ven tanto las cosas lejanas como las cercanas. Lejanas en un doble sentido: antes que nada, lejanas en todas las partes del mundo, como son Filipinas, Australia, América Latina; esto para mí, es una de las grandes ventajas de L'Osservatore Romano, que ofrece realmente una información universal, que realmente mira al mundo entero y no sólo una parte”.

Por esta razón se mostró agradecido visto que “normalmente en los periódicos se dan informaciones, pero con una preponderancia del propio entorno y esto hace que caigan en el olvido otras partes de la tierra, que no son menos importantes”.

En el caso del cotidiano vaticano “se ve algo de la coincidencia de Urbis et Orbis que es característica de la catolicidad y, de alguna manera, también es una herencia romana: mirar verdaderamente al mundo y no sólo a nosotros mismos”.

“Desde este observatorio – prosiguió – se ven las cosas lejanas también en otro sentido: L'Osservatore no permanece en la superficie de los acontecimientos, sino que va a la raíz. Más allá de la superficie, nos muestra las raíces culturales y el fondo de las cosas”. 

“Para mí – concluyó – no es sólo un periódico, es también una revista cultural. Admiro cómo es posible, cada día, hacer grandes contribuciones que nos ayudan a entender mejor al ser humano, las raíces de donde vienen las cosas y como deben ser entendida, cumplidas y transformadas”.