Sudán: ayuda de emergencia en la frontera

Los obispos advierten de una vuelta a la guerra civil

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LONDRES, lunes 7 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Sudán han realizado una advertencia formal sobre la amenaza de la vuelta de una Guerra Civil a gran escala y han hecho un llamamiento a la ayuda sanitaria y alimentaria urgente, afirmando que miles de personas están aterrorizadas por el bombardeo aéreo.

Refiriéndose a la violencia generalizada en las distintas regiones del centro y este de Sudán, y en el recientemente creado Sudán del Sur, la declaración de los obispos –informa la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), en su redacción en Londres- urge a la comunidad internacional a intervenir para detener la lucha.

En un comunicado oficial, titulado “La Iglesia que Dios quiere que seamos”, la Conferencia Episcopal –que sirve a ambas Sudán del Sur y Sudán- describe el conflicto en los estados del Nilo Azul, Kordofán del Sur y Ecuatoria Oriental, así como la violencia continua en Darfur.

Los obispos hacen un llamamiento a la acción inmediata, recalcando que el conflicto ha sido “militarizado” en Abyei, ciudad rica en petróleo.

Y subrayan el problema de la violencia en Ecuatoria Occidental y en Western Bahr el Ghazal provocada por el grupo guerrillero Ejército de Resistencia del Señor (ERS).

En su declaración, enviada a AIN, los obispos advierten que los dos países pueden estar volviendo a un conflicto a gran escala.

La declaración de los obispos afirma temer una violencia similar a la de la guerra civil que sacudió Sudán del 1983 al 2005, en la que al menos dos millones y medio de personas murieron y provocó cinco millones de desplazados.

El documento afirma: “Estamos profundamente preocupados por la violencia ininterrumpida en nuestros dos países (Sudán y Sudán del Sur).

“Hemos advertido constantemente sobre el peligro de volver a las hostilidades si las aspiraciones legítimas de la gente de esas zonas no se cumplen”. Los civiles están aterrorizados por el bombardeo aéreo e indiscriminado.

En una entrevista realizada este lunes 7 de noviembre por AIN, el obispo auxiliar Daniel Adwok Kur de Jartum, dijo: “Si consideras los muchos conflictos de Sudán y Sudán del Sur, se ha creado una situación en la que una parte le debería decir a otra: ‘¡Ya es suficiente. Necesitamos hacer lo necesario para solucionar el problema!’”.

“El gobierno de Sudán podría decir que hay soldados hostiles en las fronteras, nosotros reaccionaremos; el Gobierno de Sudán del Sur podría decir que ha tenido que perseguir a las milicias teniendo que adentrarse en el territorio de Sudán. Esto provocaría una reacción por parte del gobierno de Sudán. Es muy fácil que suceda una cosa u otra”.

En su declaración, los obispos urgen a la comunidad internacional –especialmente a la Unión Africana- a que ayuden a resolver el conflicto, adhiriéndose a los términos de la paz que se firmó el 9 de enero de 2005, con el Comprehensive Peace Agreement, y que terminó formalmente con la guerra civil.

La declaración de los obispos incluye una petición de ayuda e informes sobre cientos de miles de personas que han tenido que huir por el conflicto en la frontera entre los dos países.

UNICEF informa de que 2,7 millones de personas se han visto desplazadas por el conflicto de Darfur.

El comunicado de los obispos añade: “Hay una necesidad urgente de abrir corredores humanitarios para permitir que la comida y los medicamentos lleguen a aquellos que los necesitan”.

Esto sucede después de que las agencias de ayuda humanitaria informaran sobre más de 200.000 desplazados de Kordofán del Sur y del estado del Nilo Azul, ambos en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur.

ACN –junto a otras organizaciones de ayuda- entregó ayuda de emergencia, canalizándola a través de monseñor Adwok para aliviar a los desplazados de la capital del estado del Nilo Azul, Damazin.

Proponiendo una serie de actuaciones clave para el nuevo gobierno de Sudán del Sur, la declaración de los obispos opta por la “curación del trauma” como una “prioridad inmediata”, añadiendo que la reconciliación dentro de la sociedad depende de la educación, de la ley y del orden y de una madurez política.

Afirmando que la “corrupción es inaceptable”, los obispos piden a ambos gobiernos que sean transparentes y democráticos.

La declaración fue emitida tras la asamblea plenaria de los obispos, que ha durado diez días, y en la que los obispos decidieron continuar siendo una sola conferencia episcopal a pesar de la creación de Sudán del Sur.

Explicando la decisión de no querer separarse en dos conferencias episcopales el comunicado afirma: “La Iglesia en los dos países continuará en solidaridad debido a nuestra historia común y a los vínculos reales y humanos existentes entre nosotros”.

Los obispos siguen, sin embargo, refiriéndose a la creación de dos “secretariados”, uno en cada capital (Jartum y Juba) para implementar las políticas de pastoral de los obispos a nivel local.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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ZENIT Staff

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