Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez

Nacido el 31 de octubre de 1931

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Arzobispo metropolitano de Santo Domingo y Primado de América desde noviembre de 1981, es también el Ordinario militar desde abril de 1982. Ejerce la presidencia de la Conferencia del Episcopado Dominicano para el periodo 2011-2014, aunque ya había sido elegido antes en el año 1984. El 28 de junio de 1991 fue creado cardenal de la Santa Iglesia Romana por el beato Juan Pablo II, con el título de San Pio X en la Balduina.

Como reconocido líder de opinión en su país, envió un mensaje a todos los dominicanos en la reciente misa por el 169 aniversario de la Independencia nacional, que contó con la presencia del presidente de la República, Danilo Medina. Durante la homilía, el cardenal López Rodríguez instó al gobierno a que aplique una verdadera justica, apoyada en la sabiduría y la conciencia justa. El prelado destacó también “que se debe contrarrestar la vida fácil fruto del dinero mal habido, enfrentar el narcotráfico, el egoísmo, el hedonismo y los vicios en nuestra sociedad”.

Ha mantenido una posición clara sobre temas de moral sexual, entre las cuales destaca lo referido al matrimonio entre personas del mismo sexo. En declaraciones ofrecidas en agosto del año pasado, dijo que los matrimonios del mismo sexo son parte de “una conspiración mundial en contra de la familia tradicional y auténtica, impulsada por políticos, legisladores y organismos internacionales”, tras afirmar que “muchos de los problemas sociales de violencia y criminalidad, obedecen al desastre que impera en algunos hogares”.

El cardenal dominicano nació en Barranca, La Vega, el 31 de octubre de 1931, del matrimonio de Perfecto López y Delia Rodríguez. Fue ordenado presbítero en la Catedral de La Vega, diócesis donde fue canciller y secretario de la Curia, vicario de la Catedral, asesor diocesano de la Pastoral Juvenil, vicario de pastoral y vicario general, entre otras responsabilidades.

Después de dos años de trabajo fue enviado a Roma, donde obtuvo un diploma de Sociología Pastoral en el Centro Internacional para la Formación Sociología del Clero, y la Licenciatura de Ciencias Sociales en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum). Después de algunos años hizo dos cursos de actualización de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana.

A los 17 años de haber sido ordenado sacerdote para la diócesis de La Vega, fue consagrado obispo de la recién creada diócesis de San Francisco de Macorís, en febrero de 1978.

Luego de asumir la diócesis, ya el primero de enero de 1980 dirigía su primera carta pastoral, reafirmando las líneas de acción de su ministerio y ponía en claro la situación de la Iglesia local y en América Latina, así como su posición en favor de la Iglesia y del Evangelio de Jesucristo, por encima de cualquier otra ideología o tendencia social y política. Su voz siempre fue un alerta en favor de la Iglesia y los derechos humanos, y en contra de la adulteración del Evangelio, las injusticias, los abusos, las violaciones a la ley.

A nivel de la Conferencia del Episcopado Dominicano, fue miembro de la Comisión Permanente y presidente de la Comisión Episcopal Justicia y Paz. Desde 1978, es asesor nacional de la Renovación Cristiana en el Espíritu Santo.

En el marco de las celebraciones por el Quinto Centenario de la Evangelización de América, fue elegido presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano en el periodo 1991-1994. Asimismo, fue nombrado por el papa Juan Pablo II como uno de los tres copresidentes de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Santo Domingo del 11 al 28 de octubre de 1992.

Formó parte del Departamento de Catequesis (DECAT) del CELAM y fue responsable del Secretariado para la Pastoral Castrense en América Latina.

Fue delegado de la Conferencia del Episcopado Dominicano en tres Asambleas del CELAM (1979, 1982, 1981) y participó en las Asambleas del Sínodo de los Obispos en los años 1983, 1985 1991 y 1994, relativas a la Reconciliación, el XX aniversario del Vaticano II, sobre Europa, África y la Vida Consagrada, respectivamente.

Su santidad Juan Pablo II le designó Legado Pontificio al XLV Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Sevilla (España) del 5 al 13 de junio de 1993 y su Enviado especial para presidir el VI Congreso Nacional Mariano de Ecuador, celebrado en la Ciudad de Loja del 20 al 25 de agosto de 1994.

En su condición de cardenal pertenece a los siguientes Dicasterios: Congregación para el Clero, Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; asimismo, del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y de la Pontificia Comisión para América Latina.

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ZENIT Staff

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