El martes, el cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston, pronunció el discurso de apertura en la 131 ª convención anual de los Caballeros de Colón (KofC), que se ha celebrado en San Antonio, Texas. El Cardenal reflexionó sobre «La nueva evangelización en el pontificado del papa Francisco».
El cardenal O’Malley comenzó agradeciendo al KofC por su trabajo en la difusión de la fe con la promoción de una cultura de la vida. Recordando la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, el cardenal agradeció a los Caballeros de Colón por patrocinar la catequesis celebradas para los peregrinos de habla inglesa.
«Todos estábamos abrumados por la misa en la playa de Copacabana, donde una multitud de jóvenes católicos que igualaron a toda la población de Irlanda se reunieron alrededor del sucesor de San Pedro, nuestro nuevo santo padre Francisco, el primer papa de las Américas, cuyo espíritu de compasión y amor está tocando los corazones de la gente de todo el mundo», recordó el cardenal O’Malley.
El papa Francisco, añadió, continúa la obra de sus predecesores, desafiando a todos a seguir la nueva evangelización, con nuevo ardor, especialmente para aquellos que más lo necesitan. El purpurado recordó su trabajo con los inmigrantes en Washington, DC, recordando las dificultades que un migrante salvadoreño tenía al enviar dinero a su familia.
«Los inmigrantes», dijo el cardenal O’Malley, «recurren a la Iglesia como su familia espiritual, y por su parte, han contribuido mucho con alegría y vitalidad.»
Los desafíos de la Nueva Evangelización
Al hablar sobre las diversas experiencias misioneras en el mundo, el arzobispo de Boston dijo a los Caballeros de Colón que las misiones más difíciles no se encuentran en las zonas indígenas, sino en los países en el mundo occidental, donde la secularización y la descristianización «están ganando terreno.»
«Es mucho más difícil predicar el Evangelio en una cultura que parece estar vacunada contra la fe, en nuestro propio país, donde muchos católicos están enfadados, dormidos o simplemente alejados de la Iglesia», dijo el cardenal.
El cardenal O’Malley instó a los presentes a continuar promoviendo el estilo de vida católico, transmitiendo la importancia de seguir la llamada del papa Francisco a difundir el mensaje de la Iglesia de amor y servicio a las personas más vulnerables en el mundo actual.
El cardenal también se refirió a la preocupación de que el papa debería hablar más sobre el tema del aborto. «Creo que habla de amor y misericordia para dar a la gente el contexto de la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto», dijo el cardenal O’Malley. «Nos oponemos al aborto, no porque estemos pasados de moda, sino porque amamos a las personas. Y eso es lo que tenemos que mostrar al mundo».
Concluyendo su discurso, el arzobispo de Boston hizo hincapié en la importancia del amor en la misión de la evangelización cristiana. El ejemplo del papa Francisco demuestra que la actual misión de evangelizar no es sólo un problema político o legal, sino que lo más importante es humanizar la cultura de hoy. Si eso se hace, «entonces el mundo estará salvando a los no nacidos, los ancianos y los improductivos».
«El Evangelio de la Vida es un Evangelio de la Misericordia», dijo. «Si vamos a ser escuchados en el mundo actual, será porque la gente reconoce la autenticidad de nuestra vida y nuestra dedicación a la construcción de una civilización del amor».