Mientras el pasado domingo, el papa Francisco clausuraba en Río de Janeiro con la celebración eucarística la Jornada Mundial de la Juventud, también los chicos cristianos de la ciudad  de Aleppo se unieron para experimentar un día de oración y de vida en comunión de espíritu con los tres millones  reunidos en la playa de Copacabana y para ayudarse a mantener juntos la esperanza, aun en el sufrimiento y el esfuerzo que supone su condición diaria.

Según informa la agenica de noticias Fides, unos 850 jóvenes cristianos pertenecientes a todas las comunidades cristianas de las ciudades sirias dieron cita en el Centro de la Juventud George y Matilde Salem, animado por los Padres Salesianos en el distrito de al-Sabeel, donde compartieron una jornada de reflexión, oración, discusión y entretenimiento. Cuatro obispos católicos participaron en la jornada, celebrando la misa y dividiendo las tareas en los distintos momentos de reflexión y oración.
La convivencia terminó con la consagración de los jóvenes de Siria al Inmaculado Corazón de María. El obispo armenio católico Boutros Marayati en declaraciones a la Agencia Fides comenta la experiencia con los jóvenes de Aleppo: “Me quedé sorprendido al ver a tantos jóvenes sin miedo, en una ciudad marcada por la guerra. Todos daban testimonio de una paz interior que es un regalo del Señor. En muchos de ellos la prolongada crisis y el sufrimiento visto de cerca durante mucho tiempo han provocado una mirada más lucida y profundo sobre lo que puede salvar y redimir sus vidas, en todas las condiciones. Se ha reforzado la percepción de la ternura de Jesús por cada uno de ellos, y muchos empiezan a pensar en consagrarse al Señor en la oración y en el servicio de los demás. Hemos hecho tesoro de las palabras que el Papa Francisco ha dicho en los primeros días de la Jornada Mundial de la Juventud, con su llamada a no dejarse robar la esperanza. Esas palabras han iluminado toda nuestra jornada”.

El obispo armenio católico habla sobre el milagro de la paz interior que ha percibido en los jóvenes cristianos de Aleppo: “Trataron de contactar con skype con los jóvenes en Río”, dice a Fides Mons. Marayati “pero las líneas de internet no funcionaban. El ambiente era relajado, los jóvenes no parecían angustiados al sentirse en estado de asedio o el tener que temer el futuro como cristianos. A pesar del alto número de participantes en el encuentro, no había ninguna medida de protección o de auto-defensa organizada. Y gracias a Dios, todo salió bien”