La Caminata de la Solidaridad 2013, se realizó el sábado pasado en Chile. Inició en el Parque Los Reyes y se extendió ocho kilómetros hasta el Santuario del Padre Hurtado. Más de 25 mil jóvenes partieron tomados de las manos, unidos por una sola causa: 'caminar por los más pobres, pues en ellos, está Cristo'.

Lo indicó en un comunicado la Conferencia Episcopal de Chile, en el que se indica que el Vicario de la Esperanza Joven, padre Francisco Llanca, dio el vamos a esta actividad enfatizando la necesidad de hacer un camino junto a Cristo, tal como lo hizo San Alberto: “hagamos presente al Señor hoy, como Iglesia Joven que camina y está cerca de los más necesitados”.

Con alegres cantos y banderas, los jóvenes manifestaban su fe. Muchos de ellos usando poleras y símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, indicando que esa experiencia de fe había marcado sus vidas. Entre ellas María José, quien dijo que los jóvenes unidos en solidaridad, “podemos cambiar el mundo, tenemos que hacer lío nos dijo el Papa”.

En total, siete estaciones animadas por distintas comunidades, haciendo un llamado a vivir la solidaridad juvenil. Enunciados como “Tuve hambre…y ustedes ¿me dieron de comer?”, eran parte de las preguntas que se les hacía a los jóvenes en cada una de las paradas.

El Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, se sumó a la quinta estación, la que motivaba a ser caritativos con los privados de libertad. Peregrinos y personas en situación de calle se acercaban a saludarlo y solicitar su bendición.

Lo que hacemos a cada hombre o mujer, a Cristo lo hacemos”

Este fue el enunciado de la última estación, donde se realizó una liturgia presidida por monseñor Ezzati, quien llamó a los asistentes a ser como el buen samaritano: “Qué es Jesús y qué nos enseña en esa parábola a ver, conmoverse y comprometerse con el más pobre. No tengan miedo a ver la miseria, el dolor y la injusticia. La preocupación del otro es mía, bájense de la cabalgadura, del balcón, de sus seguridades. En el caído está presente Jesús. Lo que le hiciste a mi hermano me lo hiciste a mi, decía San Alberto Hurtado”.

El Arzobispo de Santiago también agregó, sobre el mensaje del Papa Francisco en Brasil, que los jóvenes no se pueden dejar arrebatar el don de la fe: “su fe es su mayor tesoro, cultívenla en su corazón. Cultiven su amistad con Jesús, pónganla al centro de sus comunidades. Caminen teniendo en el corazón grandes ideales, dispuesto a trabajar por el Reino de Dios”

Luego de la bendición final, monseñor Ezzati, visitó junto a los jóvenes la tumba de San Alberto Hurtado. Poniendo a sus pies la vida de los más de 25 mil peregrinos que participaron en esta nueva versión de la Caminata de la Solidaridad.

Beata María Rafols Bruna

«Fundadora de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Tuvo la osadía de avanzar en zona de guerra en medio de las tropas napoleónicas y obtener la gracia de un general francés para sus enfermos. Fue proclamada «Heroína de los Sitios de Zaragoza»