El párroco y rector de la Basílica Nuestra Señora de Luján, Daniel Blanchoud, consideró que el “hacer lío”, al que el papa Francisco invitó este año en la Jornada Mundial de la Juventud en Río, tuvo una importancia decisiva en peregrinación de cientos de miles de jóvenes argentinos que el domingo pasado fueron a pié al santuario de Luján.
En entrevista telefónica a ZENIT ha añadido que se están preparando para este sábado 12 de octubre para la vigilia de oración “Con Maria oltre la notte” (con María más allá de la noche) que se realizará en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, ante la imagen de la Virgen de Fátima, en directa con diez santuarios marianos del mundo, entre los cuales dos de Latinoamérica: Aparecida en Brasil y Luján en Argentina.
El día siguiente, el domingo, el papa consagrará el mundo al Corazón Inmaculado de María ante la imagen que vendrá desde el santuario portugués para la histórica ocasión.
«El sábado 12 –indicó el rector Blanchoud — vamos a ser uno de los diez conectados con el santuario del Divino Amor en Roma, es decir son santuarios de los cinco continentes que participarán en la vigilia”, e ironiza: “Vaya a saber por qué motivo eligieron un santuario de Argentina…” y se ríe.
Los fieles se están preparando para el evento, dijo, “se está avisando en las misas, en las celebraciones y mucha gente va a participar en la basílica, pero también a través de un canal que transmitirá en directo”.
El rector precisa que “cada uno de los diez santuarios rezarán una parte de los cinco misterios del rosario y a nosotros nos toca el padre nuestro y cinco ave marías del último misterio que se reza, siguiendo la indicación que nos ha dado Roma”.
“Presidirá ese momento de oración –indicó el rector– nuestro arzobispo Agustín Radrizzani, estaré como rector del santuario, además de la gente allí presente. A nosotros por la diferencia horaria nos toca a partir de las dos de la tarde hasta casi las cinco».
Reconoció en nuestra entrevista telefónica, que en Argentina “el papa Francisco ha generado una Franciscomanía, nunca Roma ha estado tan cerca como ahora. Todos los días viene gente y me dice: “Estoy viajando a Roma, ¿necesita que le lleva algo?”
Sobre los dos millones y medios de fieles que se estima han participado en la peregrinación del domingo pasado al santuario situado a 70 kilómetros de Buenos Aires, el rector no entra: “El numero no lo manejo yo, lo maneja la policía. Pero mi testimonio es que el año pasado cuando celebré la misa, el sábado a las 3 de la tarde, el flujo de peregrinos ya no se cortaba. Este año celebré la misa a las ocho de la mañana con la misma experiencia, flujo que no se interrumpió hasta el domingo por la tarde.
Y por lo que se refiere al efecto ‘Francisco’, indicó que “apenas elegido el nuevo papa tuvimos la semana Santa, y ese fue el primer sondeo. En las confesiones muchos nos manifestaban: “Yo volví a la Iglesia por el gesto del papa Francisco”. Se referían a cuando apenas elegido él se inclina en el balcón de San Pedro delante de la plaza y les pide que recen por él, antes de bendecirlos en nombre de Dios”. Otra señora me decía: ‘no me pierdo nada del papa’. Tenemos sus homilías, hay más comunicación, hay mayor conocimiento de lo que dice el papa”.
Sobre los jóvenes, sus problemas y esperanzas, monseñor Blanchoud dijo: “El encuentro de Río fue para los jóvenes una experiencia de Iglesia muy grande, y como el papa les dijo ‘hagan lío’, ellos han vuelto y en el buen sentido de la palabra han ‘hecho lío’. Han movido comunidades parroquiales, asociaciones y movimientos que estaban un poco estáticos».
Y sobre si el ‘hacer lío’ añadió: “Me atrevo a decir no solamente Luján, pero hace dos semanas atrás la manifestación en San Nicolás que fue multitudinaria y también poco antes la de Salta. En cada uno de los lugares en donde ha habido una manifestación de jóvenes, fue multitudinaria.
El tiempo es corto para entender si este entusiasmo se traduce en vocaciones, “pero se percibe que hay un volver, por lo menos la idea de vocación puede plantearse. Un tiempo atrás si uno decía hacerse cura o monja y te miraban raro, o como se dice aquí en Argentina te miraban ‘como a sapo de otro pozo’. La realidad es que ahora otra vez hay inquietudes”.