El quinto Consejo de los nueve cardenales, que ha durado cuatro días concluye este viernes en el Vaticano. Ha sido instituido por el papa Francisco con la finalidad de ser ayudado en la reforma de la Curia Romana.
Los próximos consejos serán del 15 al 17 de septiembre; del 9 al 11 de diciembre; y del 11 al 9 de febrero de 2015, indicó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, y añadió que “los temas tratados los hemos dicho el martes, fueron la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, la Secretaría de Estado y el Instituto para las Obras de Religión (IOR)”. En estas siguientes reuniones “se retomó el tema de los dicasterios y en particular los laicos y la familia”. El portavoz calificó como “muy interesante y objeto de las conversaciones, el rol de los laicos y parejas, hombres y mujeres”.
El padre Federico Lombardi subrayó que “aún no hay ninguna decisión sobre la reforma de las estructuras” y que “hoy también se habló sobre los otros dicasterios, si bien se está aún en un primer nivel de conversación”, o sea concluyó “que no habrá particulares decisiones”.
Otros temas abordados han sido “las nunciaturas, su trabajo, la elección de los nuncios y de los obispos». Se va adelante con el intercambio de opiniones dijo, aunque precisó que “no hubo participación de otras comisiones excepto al inicio con la de vigilancia cardenalicia del Ior”.
Sobre el clima de trabajo, indicó el director de la Oficina de prensa, «hay una notable satisfacción, con gran cordialidad y serenidad”. Y comentó que “las personas de idioma inglés lo definieron como “libre, con franqueza y fraternidad (free, frank, friendly).
“El Papa se inserta con naturalidad en esta dinámica de diálogo, favoreciendo la libertad del mismo, aunque sea un consejo que hace las propuestas con las cualesel Papa después deberá decidir” dijo Lombardi. E indicó incluso que “un cardenal me comentó que hace algunos años atrás era impensable un clima con tanta naturaleza y cordialidad”. Concluyó recordando que “no se puede hablar aún de borradores de las nuevas constituciones, sino que se estudian con naturalidad”.
Interrogado por ZENIT, sobre la ‘urgencia’ de la reforma, como indicado por un colega, el padre Lombardi desestimó esté término y consideró que si las reuniones se prolongaran demasiado el Santo Padre podría poner un término, aunque actualmente no le parecía el caso.