Juan Pablo II pide oraciones para continuar con su misión

En la primera intervención pública tras dejar el hospital

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 13 febrero 2005 (ZENIT.org).- Al aparecer por primera vez en público tres días después de haber dejado el hospital, Juan Pablo II demostró que sigue recuperándose –aunque todavía tiene la voz débil– y pidió oraciones para seguir cumpliendo con su misión.

Desde la ventana de su apartamento –sin el cristal de protección que periodistas habían previsto en la víspera– el pontífice comenzó saludando a las decenas de miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro con estas palabras: «Queridos hermanos y hermanas, ¡bienvenidos!».

Si bien uno des sus colaboradores más cercanos leyó en su nombre las palabras que el Santo Padre había preparado para esta ocasión, él mismo entonó con voz algo afónica la bendición en latín que precede a la bendición.

El clima de emoción era intenso entre los peregrinos pues todos esperaban ese momento con intensidad para constatar con sus propios ojos la evolución de la recuperación del Santo Padre. De la plaza abrazada por la columnata de Bernini surgió un aplauso de satisfacción cuando el pontífice tomó por tercera vez la palabra para despedirse, deseando «a todos un feliz domingo. ¡Gracias!».

En ese momento su voz se había hecho más nítida que al inicio. Por primera vez desde hace semanas el sol había elevado la temperatura en la ciudad eterna y un viento casi primaveral acariciaba a los presentes.

Las palabras del mensaje que el Papa preparó para esta ocasión, leídas por el arzobispo argentino Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado, volvieron a manifestar de manera indirecta su voluntad de continuar con su ministerio hasta el final: «Siempre siento la necesidad de vuestra ayuda ante el Señor para cumplir la misión que Jesús me ha confiado».

Asimismo, en este mensaje, dio las gracias a los que le escuchaban en el Vaticano o a través de la radio y la televisión «por vuestra cercanía, afecto y, sobre todo, por vuestra oración durante los días de mi hospitalización en el Policlínico «Gemelli»».

El Santo Padre fue hospitalizado en la noche del 1 de febrero durante diez días en el hospital romano a causa de las consecuencias respiratorias que le había provocado la gripe.

En su mensaje, el pontífice explicó que a partir de la tarde de este domingo comienza los ejercicios espirituales, junto a sus colaboradores de la curia romana.

«En silencio y recogimiento, pediré al Señor por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo. Os pido también a vosotros, queridos hermanos y hermanas, que me acompañéis con vuestra oración», afirmó.

Durante esta semana, como ya es tradición, el obispo de Roma suspende sus audiencias para dedicarse al silencio y a la oración. Las meditaciones que guiarán su reflexión serán pronunciadas por monseñor Renato Corti, obispo de Novara, sobre el tema: «La Iglesia al servicio de la nueva y eterna Alianza».

Tras rezar el Ángelus, en nombre del Papa, monseñor Sandri dirigió saludos a los peregrinos en francés, inglés, castellano, e italiano. El saludo en polaco fue encomendado por primera vez en estos 26 años de pontificado al arzobispo Stanislaw Dziwisz, secretario personal del Papa.

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ZENIT Staff

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