El papa Francisco recordó esta mañana que ayer, en Venecia, fue proclamado beato Lucas Passi, sacerdote bergamasco del siglo XIX, fundador de la obra laical Santa Dorotea y del Instituto de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea. «¡Demos gracias a Dios por el testimonio de este beato!», dijo el papa.
El beato Lucas Passi, nació en 1789 en Bérgamo, Italia. De los nobles condes Passi, pero con orígenes venecianos por la madre, la noble Catalina Corner. Dejó las comodidades de la familia paterna, fue ordenado sacerdote en 1813 y, con su hermano Marcos –también sacerdote- un año más joven, se dedicó a la predicación de las misiones al pueblo y a la propagación de la Piadosa Obra de Santa Dorotea, como método de educación cristiana para la juventud que usó experimentalmente en Calcinate desde 1815, y luego extendió –con la aprobación de los respectivos obispos- a todas las parroquias a las cuales iba para las misiones, los cuaresmales, los ejercicios espirituales predicados.
El padre Lucas entabló relaciones significativas y colaboró con muchos fundadores y fundadoras de la época, creando una red de vínculos y una corriente de santidad que contribuyeron en particular a la innovación cristiana, a la renovación moral y a la educación religiosa durante el período en que vivió y trabajó.
En 1838, fundó en Venecia, el Instituto de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea para sostener y apoyar la Obra de Santa Dorotea (OSD) y para difundir dicha obra había creado un movimiento de laicos cooperadores, hoy constituidos en Asociación de Cooperadores de la OSD. Murió en Venecia en 1866.
El Instituto y la Asociación están presentes, hoy en Italia, Albania, África, Madagascar y América Latina.
Benedicto XVI firmó el 28 de junio de 2012 el decreto con el cual se reconocía un milagro por intercesión del venerable Lucas Passi, lo cual permitió su beatificación este 13 de abril. El milagro hace referencia a la curación de un tumor maligno de la hermana María Bruna Ghidelli en 1970.
