En un artículo difundido por la agencia Asianews firmado desde Estambul, se supo que la Iglesia Armenia quiere proceder a la canonización de las víctimas del genocidio armenio perpetrado por el Estado turco en 1915, utilizando elementos kurdos como jornaleros para los asesinatos. El genocidio perpetrado con un método científico, es descrito por el historiador turco Taner Akcam como «un acto vergonzoso» (es el título de su libro). Pero el gobierno de Ankara no lo ha reconocido así y rechaza la definición de «genocidio».
Las principales fuentes citadas por la prensa turca, señalan que la canonización tendrá lugar en 2015, año del centenario del genocidio de los 1,5 millones de armenios exterminados en Asia Menor.
La principal fuente de esta noticia es el ASAM, el centro de investigación de estrategia eurasiática de Turquía, según el cual en Erevan, capital de Armenia, fue convocado el gran sínodo de la Iglesia Armenia. Un hecho importante es que en este sínodo han participado –por primera vez después de 400 años, es decir desde después de 1651–, los obispos venidos de todo el mundo: una auténtica novedad en la historia de la Iglesia Armenia.
El sínodo –celebrado a finales de septiembre–, contó con la presencia del arzobispo de Etsmiatzin (considerada la ciudad más sagrada para los armenios), el arzobispo armenio de Líbano, donde hay también una gran comunidad, que escaparon del genocidio; los obispos de los Estados Unidos, Jerusalén, América del Sur, Francia y de los lugares donde hay comunidades armenias de la diáspora.
Durante la reunión se decidió canonizar a todas las víctimas del horrible genocidio perpetrado por los otomanos y luego por los turcos de Kemal Ataturk. La canonización seguirá la fórmula de la tradición de las Iglesias orientales, que es la proclamación de los santos, indicando el nombre del lugar del martirio y no los nombres de los individuos.
La decisión del Sínodo Armenio sacudió Turquía. El presidente de la ASAM, Ömer Özkaya, haciendo una lectura política del gesto, señala que todos los obispos de la Iglesia armenia, se reunieron por primera vez después de 400 años con el fin de dar la máxima visibilidad al «supuesto» (según los turcos) genocidio Armenio, procediendo a la canonización de las víctimas del genocidio. Sin embargo, Ömer Özkaya señaló que de este modo, los armenios le dan otra dimensión, aquella religiosa, a la disputa que opone la comunidad de la diáspora a Turquía.
No escapa el hecho de que, incluso para dar mayor énfasis a esta decisión, el sínodo se celebró en el centro religioso de Armenia, la Etsimiatzin, que es el gran símbolo de la referencia religiosa de los armenios.