El papa Francisco quiere estar constantemente informado sobre la recuperación de los cuerpos de los inmigrantes fallecidos en el naufragio del jueves pasado en la isla de Lampedusa a través del obispo de Agrigento, monseñor Francesco Montenegro y el limosnero pontificio, monseñor Konrad Krajewski, que lleva dos días allí como enviado.
Mons. Krajewski, desde esta mañana se encuentra en el barco de la Guardia Costera trabajando en el lugar de la tragedia en la recuperación de los cuerpos de las víctimas. Esta mañana, además, monseñor Montenegro ha dado sus informaciones al papa a través del secretario don Alfred Xuereb.
Los cuerpos recuperados hasta la tarde de hoy por los buzos de los Carabinieri; Guardia di Finanza y Guardia Costera son 17, el balance oficial es de 213 víctimas. En total 83 cadáveres fueron sustraídos del barco hundido. Tienen que ser sacados con cuidado para que puedan ser reconocidos puesto que parecen ‘cristalizados’.
“El aspecto fundamental es el gran respeto que los buzos demuestran hacia los cuerpos sin vida de los inmigrantes -indicó el comandante de la Guardia Costera, Filippo Marini- y el gran pudor al abrazar estos cadáveres y buscar de no dañarlos”.
Por su parte el presidente della Commissione Europea José Manuel Barroso confirmó -en una nota emitida por la Unión Europea- que este miércoles llegará a Lampedusa, “en espíritu de solidaridad”.
Se discutirá con las autoridades italianas de las posibles medidas que es necesario tomar para hacer frente a la cuestión de los refugiados y para discutir las posibles acciones con otros países.
En una entrevista a Radio Vaticana, Alganesh Fessaha, miembro eritreo de la ONG Gandhi, que ha acudido a Lampedusa para encontrarse con los compatriotas supervivientes, ha indicado que hasta ahora todas las personas identificadas son eritreas y los supervivientes también.
En Eritrea existe un régimen militar dictatorial desde hace 20 años, explica, sin elecciones ni pluralismo político. Añadió que en el campo prófugos en la vecina Etiopía, donde Fessaha trabaja, hay 89 mil prófugos en cuatro campos.
Tanto para tener idea, en Eritrea «el servicio militar es obligatorio de los 13 a los 54 años con un sueldo de 25 dólares al mes». Indica que» los jóvenes no podrán nunca tener una vida propia. El miembro de la ONG añade que “al gobierno eritreo no le falta dinero, pero este es gastado en armamento”.