CIUDAD DEL VATICANO, domingo 6 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Una ‘Vigilia de oración por los cristianos perseguidos y por la libertad religiosa’ se realizó entre la noche del sábado 5 y domingo 6 de febrero, en la iglesia romana de San Gregorio VII.
Organizada por el Movimiento del Amor Familiar, la vigilia fue abierta por monseñor Giovanni D’Ercole, obispo auxiliar de la diócesis de L’Aquila y por Stefano Tarani, fundador del dicho Movimiento en ocasión del quinto aniversario del asesinato del sacerdote italiano Andrea Santoro, en la localidad turca de Trebisonda y en memoria de todas las otras víctimas cristianas.
“Parece una paradoja la dificultad de ser cristianos en Italia, en donde muchas veces nos avergonzamos de serlo”, recordó monseñor D’Ercole apenas llegado desde Washington en donde participó al National Prayer Breakfast, encuentro de oración con 300 representantes de las religiones de diversos credos y al cual participaron autoridades civiles iniciando por el presidente Barack Obama.
El obispo auxiliar de L’Aquila y conocido periodista recordó en sus emocionadas palabras como diversos países de la Unión Europea se opusieron a hablar de mártires cristianos e invitó a los católicos a pasar de un cristianismo teórico a uno de testimonio auténtico, a identificarse como cristiano.
Tarani por su parte indicó que “queremos estar cerca de aquellas comunidades cristianas en el mundo que sufren persecución e intolerancia, discriminación y hasta actos violentos y asesinatos”, precisando que “hoy es lo que está sucediendo particularmente en Oriente Medio, Tierra Santa, Asia y África” e invito a con coraje “a caminar cono verdaderos cristianos en el mundo y afirmar la libertad de credo y de expresión”.
Al inicio del encuentro era notable la presencia de muchas familias acompañadas con los niños, los cuales seguían la vigilia con sus cantos y oraciones.
Además del rosario, oraciones y meditaciones fueron leídos algunas estrofas de las cartas de Andrea Santoro: “Solamente hay que tener miedo de una cosa: no ser cristianos, de ser como decía Jesús: ‘Sal sin sabor’ y “si nos olvidamos las palabras de Jesús ‘Envaina tu espada’ y ‘Ama a tus enemigos’ también nosotros seremos marchitos”.
La vigilia, realizada en adoración del Santísimo Sacramento y delante a un cuadro de la Asunción, copia de aquella de Niegowic, en Polonia, a la cual el joven sacerdote Karok Wojtyla elevaba sus plegarias concluyó con una misa celebrada a las 7 de la mañana por el padre Fabrizio Ciampicali, asistente nacional de los Franciscanos y del padre Jarek Cielecki, director del Vatican Information Service (VIS).
El Movimiento del Amor Familiar (www.amorefamiliare.it) trabaja en las parroquia en las que los párrocos lo soliciten, con catequistas misioneros para la familia. “Éstos hoy son unos 80 matrimonios misioneros más otros 350 en formación” indicó el coordinador Enzo Pierrino, que estimó hayan participado en total más de quinientas personas a la vigilia.