CIUDAD DEL VATICANO, domingo 9 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- “Que podáis todos vosotros, pastores y pueblo fiel, redescubrir que el corazón de Brasil es la Eucaristía”, auguró el Papa Benedicto XVI hoy a los peregrinos brasileños, reunidos en la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Caeli.
El Papa quiso manifestar su cercanía espiritual al pueblo brasileño, “que se va a reunir en su capital, Brasilia, para celebrar el XVI Congreso Eucarístico Nacional, del jueves al domingo próximos, con la presencia de mi Enviado especial, el cardenal Cláudio Hummes”.
“En el lema del Congreso aparecen las palabras de los discípulos de Emaús, ‘Quédate con nosotros, Señor’, expresión del deseo que palpita en el corazón de todo ser humano”, afirmó a los presentes.
Precisamente, subrayó, “es en el Santísimo Sacramento del Altar donde Jesús muestra su voluntad de estar con nosotros, de vivir en nosotros, de donarse a nosotros”.
“Su adoración nos lleva a reconocer el primado de Dios, pues Él puede transformar el corazón de los hombres, elevándolos a la unión con Cristo en un sólo Cuerpo”, explicó, hasta el punto que “experimentamos la comunión con un Amor que no podemos guardar para nosotros mismos: éste exige ser comunicado a los demás para así poder construir uma sociedad más justa”.
Recordando la próxima clausura del Año sacerdotal, el Papa quiso invitar a todos los sacerdotes a “cultivar una espiritualidad profundamente eucarística a ejemplo del Santo Cura de Ars que, buscando unir su sacrificio personal al de Cristo actualizado en el Altar, exclamaba: ‘¡Qué bien hace un cura al ofrecerse en sacrificio a Dios todas las mañanas!’”.
El Papa se despidió de los peregrinos augurando la intercesión de la patrona de Brasil, Nuestra Señora Aparecida, “para que, alimentados por la Eucaristía, pan de la Unidad, seais verdaderos Discípulos Misioneros”.