La hora de los laicos en los Estados Unidos

Seminario de estudio en Roma esponsorizado por los obispos del país

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ROMA, viernes 27 de junio de 2008 (ZENIT.org).- «Colaboradores en la viña del Señor: llamados a la comunión, llamados a la misión». Se titula así el seminario romano que del 24 al 29 de junio reúne a laicos de varias diócesis de los Estados Unidos en Roma para abordar junto a personas de otros contextos mundiales la labor específica del laicado en la Iglesia.

El seminario es una actividad impulsada por el Secretariado para los Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la Conferencia Episcopal de los Obispos de los Estados Unidos y por el Lay Centre de Roma para reflexionar sobre un documento de los obispos del país que tiene el mismo título y que ha sido fruto de diez años de estudio, consultas y diálogo.

 En su primera sesión, después de una celebración eucarística presidida por el cardenal John Patrick Foley, gran maestro de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, en el Monasterio de los Pasionistas, los asistentes constataron cómo «la comunión y la misión» son los «fundamentos» para entender y llevar a cabo su ministerio eclesial como laicos.

 El doctor Rick McCord, director ejecutivo del Secretariado para los Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la Conferencia Episcopal de los Obispos de los Estados Unidos, ha ilustrado a Zenit la riqueza de los ministerios eclesiales laicales en su país.

Cuatro características unen a estos 30.000 hombres y mujeres que de manera particular están comprometidos en la evangelización.

En primer lugar la persona tiene un papel de «liderazgo», por ejemplo catequético o de trabajo pastoral. En segundo lugar, tiene una «autorización» por parte de los pastores para ejercer su papel.

 La tercera característica es que estas personas trabajan en «colaboración con los sacerdotes, diáconos y obispos». En cuarto lugar, «tienen la formación y la educación para llevar a cabo su papel».

El director McCord recuerda que estos papeles funcionan «en armonía» con los ordenados: «No hay necesariamente ninguna oposición entre los laicos y los ordenados para trabajar juntos, y de hecho deben trabajar juntos, cada cual con su lugar específico».

 Por su parte, la directora del Lay Centre, la profesora Donna Orsuto, ha revelado a Zenit que «todo el mundo está llamado y enviado» y, por esto, «es importante ayudar a la gente a reconocer dónde están los dones y cómo pueden usarlos para edificar a la Iglesia local».

Para esta profesora de la Universidad Pontificia Gregoriana, «hay mucha necesidad en la Iglesia y en la sociedad de los laicos que colaboren con sus pastores».

 El cardenal Foley recordó con cariño a sus padres que le enseñaron «qué es la Iglesia doméstica» y explicó que los laicos «están llamados a santificar el mundo con su trabajo» y a «traer a éste los valores éticos y morales, los ideales cristianos», además de llevar una «vida de oración» y de «cercanía con Cristo a través de los sacramentos y la lectura de la Escritura». Todo esto, reconoció, él lo aprendió en su familia.

 Más información sobre el seminario: http://www.laycentre.org/coworkers08home.html

 Por Miriam Díez i Bosch

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ZENIT Staff

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