CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 22 junio 2007 (ZENIT.org).- La evangelización es el mejor servicio que pueden ofrecer los cristianos para reconciliar las heridas de una sociedad, considera Benedicto XVI.
Este es el mensaje que dejó el viernes al recibir en audiencia a los obispos de Togo, quienes estaban en Roma cumpliendo con su quinquenal visita «ad limina apostolorum».
«Para lograr el establecimiento de una sociedad plenamente reconciliada es primordial volver a comenzar a partir de Cristo, el único capaz de ofrecer definitivamente esta gracia a los seres humanos», afirmó el Santo Padre.
Por este motivo, aseguró, «la obra de evangelización es una necesidad urgente».
Para alcanzar este objetivo, subrayó la importancia de los catequistas y sacerdotes quienes permiten «el anuncio de la palabra de Dios a sus hermanos».
El Papa constató que los obispos de Togo «han contribuido en numerosas ocasiones al diálogo por la reconciliación nacional, recordando a todos las exigencias del bien común, en la fidelidad a la verdad de Dios y del hombre».
El obispo de Roma insistió en la importancia de la formación de los laicos para que «puedan comprometerse en la vida social para trabajar al servicio del bien común».
«El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia es ya un instrumento precioso puesto al servicio de la formación de todos y particularmente de los laicos», recomendó.
«Su compromiso en la vida pública, a través del respeto de la vida de la promoción de la justicia de la defensa de los derechos humanos y del desarrollo integral del hombres, es un testimonio ofrecido a Cristo».
«De este modo, los fieles participan en la construcción y el desarrollo de la nación así como en la tarea de evangelización del mundo».
Por último, el Papa subrayó la necesidad «de continuar en la profundización de las relaciones cordiales que se dan con los musulmanes en vuestro país».
En Togo, país de 5 millones 700 mil habitantes, el 24.85% son católicos, el 20%, son musulmanes y el resto de la población pertenece a otras denominaciones cristianas o mantiene las creencias africanas.
«Son indispensables para la concordia y la armonía entre todos los ciudadanos, así como para la promoción de los valores comunes a la humanidad».
«A través de la formación de personas competentes en las instituciones eclesiales creadas para promover el diálogo interreligioso favorecéis un mejor conocimiento mutuo, en la caridad y en la verdad para alcanzar una colaboración eficaz en el campo del desarrollo de las personas y de la sociedad».
