«Sin fundamento» el presunto «desinterés» del Papa por los hijos de la Reforma

Confirma el cardenal Walter Kasper

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 23 enero 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Walter Kasper aseguró este martes que carecen de todo «fundamento» las acusaciones que se hacen a Benedicto XVI y a la Santa Sede de «desinterés» por el diálogo con las comunidades eclesiales surgidas de la Reforma.

En muchas ocasiones, recordó el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, este Papa ha mantenido encuentros con los representantes de estas comunidades, y tres comisiones conjuntas han «concluido trabajos importantes» en 2006, a nivel de relaciones con anglicanos, luteranos y metodistas.

«Nuestra política es que queremos dialogar con todos los que quieren dialogar con nosotros», aclaró en un encuentro con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede al hacer un balance del movimiento ecuménico.

Ahora bien, dijo en la Semana por la Oración de la Unidad de los Cristianos, «el diálogo es diverso según el partner. El diálogo con los protestantes y el diálogo con ortodoxos es diferente, pues se da una diferencia es cualitativa».

«Con los ortodoxos tenemos una eclesiología y compartimos los sacramentos», aclaró.

También reconoció que en los últimos tiempos algunas cuestiones, como la admisión al sacerdocio de las mujeres, la postura sobre la homosexualidad y otros temas éticos, han alejado aún más algunas confesiones reformadas de la posición de la Iglesia católica.

«Pero hay otras Iglesias libres que protestan contra esta especie de liberalización de los protestantes, y se sienten más cercanos a nosotros. Se da una cierta fragmentación en el mundo protestante, que no es homogéneo».

«Por eso, nosotros, dialogamos y después vemos el resultado. Y nosotros no podemos decidir la velocidad. Es el diálogo quien la decide», aclaró a quien dice que hay un diálogo ecuménico a dos velocidades: el rápido con ortodoxos y el lento con protestantes y reformados.

El camino ecuménico, concluyó el cardenal, «es un obra del Espíritu Santo: hacemos lo que es posible, pero no podemos ceder en las posiciones éticas».

Entre las citas importantes previstas en el año 2007 para el diálogo con comunidades reformadas, el cardenal citó el Congreso de movimientos y comunidades cristianas que se celebrará en Stuttgart (Alemania) en el mes de mayo. Participarán unos 3000 responsables animadores de 170 movimientos y comunidades de las diferentes iglesias.

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ZENIT Staff

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