Estos proyectos «violan las reglas canónicas y el principio de relación entre las Iglesias», añadió el portavoz.
El patriarcado ortodoxo de Moscú afirma un principio, según el cual, los cristianos en Rusia sólo deben ser de religión ortodoxa.
Según fuentes citadas por la agencia ITAR-Tass, la Santa Sede tendría la intención de aumentar el número de estructuras pastorales para responder a las necesidades del número creciente de católicos.
«Una acción así sería un obstáculo serio para el diálogo entre las dos Iglesias», considera el portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa.
La Santa Sede y el patriarcado de Moscú mantienen relaciones tensas tras la caída del régimen comunista. La Iglesia ortodoxa acusa a Roma de hacer proselitismo en las tierras que dependen del patriarcado y se opone al renacimientos de las comunidades católicas de rito oriental, obligadas por la fuerza en tiempos de Stalin a pasar a la Ortodoxia.