La inversión en fondos éticos gana popularidad

Ganancias diversas, aunque respetables

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NUEVA YORK, 16 de noviembre de 2002 (ZENIT.org).- Un pequeño grupo de inversores se está volviendo hacia fondos que prometen invertir sólo en aquellas empresas consideradas socialmente responsables. Un subgrupo de estos fondos se invierten de acuerdo a principios religiosos. El número de fondos que siguen orientaciones religiosas se ha más que doblado, de 16 en 1999 hasta los 38 de este año, informaba Reuters el 25 de septiembre.

En este periodo de tres años, sus activos totales subieron un 21% hasta 4.420 millones de dólares, comparados con el crecimiento del 11% de la media de los fondos. En términos de ganancias ofrecidas por los fondos, este grupo ha tenido unas pérdidas anuales medias del 0,5% desde 1999, mejor que la media de pérdida de los fondos de un 5,9%.

«Los agitados momentos del año pasado han tenido como efecto llevar a muchos estadounidenses a considerar la manera en que conducen sus vidas», afirmó Rusty Leonard, fundador y jefe ejecutivo de Stewardship Partners Investment Counsel. «Esta búsqueda de espíritu ha dado como resultado una nueva generación de inversores religiosos». Incluso así, los fondos religiosos son un pequeño sector del mercado, con menos del 1% de los 4.820.000 millones de dólares de activos totales para todos los fondos.

Existe una amplia diversidad en los fondos basados en criterios religiosos, informaba el 29 de junio el New York Times. Los MMA Praxis Funds, por ejemplo, siguen los ideales cristianos anabaptistas, y no invertirán en bonos del tesoro, puesto que los activos se destinarían a gastos militares. Otro, el Noah Fund, es un fondo de 10 millones de dólares que comenzó en 1996 y se guía por principios cristianos evangélicos.

El Ave Maria Catholic Fund, fundado en mayo del 2001, invierte en acciones que sean aceptables según los principios católicos. Confían en un órgano consultivo que analiza las acciones antes de ser compradas y revisa las prácticas de las compañías. Cuando salió el artículo del Times, el Ave Maria Catholic Fund tenía 55 millones de dólares en activos.

También está presente en este campo la U. S. Interfaith Center on Corporate Responsibility. El centro, conducido por la hermana Patricia Wolf, está compuesto por una coalición de 275 inversores, que incluyen comunidades religiosas, fondos de pensiones, corporaciones sanitarias, fundaciones y diócesis con una cartera por un valor estimado de 100.000 millones de dólares, según la página web del centro.

Los miembros presionan a las corporaciones para que cambien las prácticas consideradas inaceptables. Esto se lleva a cabo con resoluciones de los accionistas, reuniones con la gerencia, publicación de informes, y con actividades como vigilias de oración, campañas de envíos de cartas y boicots de consumidores.

Popularidad creciente
Además de los fondos basados en criterios religiosos, hay un grupo más amplio que promete invertir el dinero de la gente según un variado abanico de principios éticos. En una entrevista publicada el 29 de octubre en la página Business Week Web, Joyce Haboucha explicaba que busca compañías con directores «comprometidos», con la mayor transparencia posible, calidad de producto y marketing, y políticas correctas en cuanto a medio ambiente y puestos de trabajo.

Haboucha es la responsable del Enterprise Global Socially Responsive Fund, que, en los dos primeros años de su lanzamiento, ha obtenido mejores resultados que el mercado en general. El fondo que ella maneja evita compañías en áreas como los productos tabacaleros, energía nuclear, armas, y juego de azar.

Una reciente encuesta en Canadá informaba que el 73% de los entrevistados creían que los fondos invertidos en compañías deberían usar su influencia para animarlas a adoptar políticas sociales responsables, informaba el Toronto Star el 16 de octubre.

Ethical Funds Inc., con sede en Vancouver, Columbia Británica, citaba estas conclusiones en el lanzamiento de siete nuevos fondos en octubre. Al mismo tiempo, Phillips Hager & North Investment Management Ltd. sacó una nueva serie de fondos sociales responsables. Los cuatro fondos responden a la demanda de inversores y fundaciones.

El Toronto Star observaba que la inversión ética no siempre ofrece las mismas ganancias. A finales de septiembre, de los ochos fondos éticos estudiados por la empresa de análisis Morningstar Canada, sólo uno había tenido unas ganancias por encima de la media. El mayor fondo de Canadá que utiliza criterios sociales responsables, el Investors Summa Fund, ha perdido el 16%, el doble que los fondos medios canadienses equivalentes. Sin embargo, el análisis de los últimos 10 años muestra un porcentaje anual de ganancias del 8,8%, un punto por encima de la media de los fondos en general.

También se ha despertado el interés en los países asiáticos por fondos que usen criterios éticos, observaba Reuters el 15 de octubre. Euan Marshall, director de Kingsway Fund Management Ltd. en Hong Kong apunta un alza de 50 millones de dólares para un fondo asiático enfocado a compañías responsables social y éticamente.

Según Reuters, 1 dólar de cada 8 que se gestiona profesionalmente en Estados Unidos pertenece actualmente a un fondo responsable socialmente.

Resultó evidente el creciente interés por inversiones éticas cuando una agencia de comunicación anunció que ofrecería un servicio de noticias éticas al mundo de los negocios, informó el 8 de octubre The Guardian. Agence France-Presse y su empresa por cable asociada, AFX, se han propuesto ofrecer un servicio dedicado a temas sociales, éticos y medioambientales que pueden afectar al valor de las acciones.

El primer servicio de noticias de su clase, AFX Global Ethics Monitor, además de reportajes de cobertura, proveerá de una base de datos de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watchs que contienen información de fondo sobre temas como dirección empresarial, medio ambiente y derechos humanos.

«En los temas de negocios seguidos por un periodista, había un gran agujero entre la cobertura financiera y temas que pueden tener relevancia en los negocios, como explotación en las fábricas, derechos humanos y responsabilidad empresarial», comentaba Luc Lampriere, director ejecutivo del nuevo servicio.

No todo es de color de rosa
Las inversiones éticas producen cierto escepticismo, por supuesto. Un artículo en la entrega de septiembre del Instituto Australiano de Asuntos Públicos observaba que, en ocasiones, resulta difícil definir lo que es un fondo ético. Depende mucho de los criterios usados por cada fondo.

Incluso así, surgen complicaciones, como se demostró en el caso de un fondo ético que invertía en un fabricante de jabón. La firma británica Cussons pasó el test ético a que le sometió el fondo Hunter Hall. Sin embargo, uno de los principales ingredientes del jabón es el aceite de palma, cuya producción contribuye a la deforestación de las selvas tropicales, observaba el artículo.

El artículo también hacía notar que poner el dinero en fondos éticos puede significar que se tengan menores ganancias. Las compañías de alcohol superaron el índice 500 Standard & Poor, desde junio de 1999 a junio del 2002, en un 58%. En el mismo periodo, las acciones de empresas de juegos de azar estuvieron en 103% sobre la media general. También han ido por encima de la media las acciones de defensa y tabaco.

Esta clase de datos no cabe duda que están detrás del reciente lanzamiento de un «Fondo del Vicio». Según el Wall Street Journal del 24 de agosto, la definición dada de vicio por Mutuals.com –del Fondo del Vicio– es bastante floja, permitiendo al fondo invertir en todo, desde bourbon hasta bombas.

Entre los lotes más grandes de acciones del fondo están el gigante del tabaco Philip Morris; Anheuser-Busch, el mayor productor de cerv
eza de Estados Unidos; y Harrah’s Entertainment, la empresa más grande de juego de azar del mundo, informaba el Washington Times el 29 de octubre.

El fondo también tiene acciones de los contratistas de defensa como Northrop Grumman. «La defensa no es necesariamente un vicio, pero algunas personas piensan que las armas sí lo son», afirmaba el responsable del fondo, Dan Ahrens. El fondo no ha invertido en empresas de armas de fuego, aunque no ha dictaminado al respecto.

Hay lugar para el debate sobre qué es lo que hace una inversión «ética». Pero lo que parece innegable es que un creciente número de inversores con conciencia ética están comenzando a ver más allá de las ganancias inmediatas para tener en cuenta también el bien de la sociedad.

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ZENIT Staff

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