CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 15 junio 2006 (ZENIT.org).- «Os he llamado amigos», estas palabras de Jesús recogidas en el evangelio de san Juan (15, 15) constituyen el tema de la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes que se celebrará en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
El tema ha sido comunicado por la Congregación vaticana para el Clero, cuyo prefecto es el cardenal Darío Castrillón.
La Jornada Mundial por la Santificación de los Sacerdotes, instituida por Juan Pablo II, recuerda a los presbíteros que «los hombres desean contemplar en el sacerdote el rostro de Cristo», explicaba el cardenal Castrillón en la carta que envío con este motivo en el año 2004.
En este año, la congregación vaticana propone meditar con este motivo en la homilía que pronunció Benedicto XVI en la misa crismal del Jueves Santo pasado en la Basílica de San Pedro.
«El núcleo del sacerdocio es ser amigos de Jesucristo», aclaraba el Papa. Sólo así podemos hablar verdaderamente “in persona Christi”, aunque nuestra lejanía interior de Cristo no puede poner en peligro la validez del Sacramento. Ser amigo de Jesús, ser sacerdote significa, por tanto, ser hombre de oración».
«El mundo tiene necesidad de Dios, no de un dios cualquiera, sino del Dios de Jesucristo, del Dios que se hizo carne y sangre, que nos amó hasta morir por nosotros, que resucitó y creó en sí mismo un espacio para el hombre –siguió diciendo–. Este Dios debe vivir en nosotros y nosotros en él. Esta es nuestra vocación sacerdotal: sólo así nuestro ministerio sacerdotal puede dar fruto».
La devoción al Sagrado Corazón tuvo como mensajera a una religiosa de la Visitación francesa, santa Margarita María Alacoque (1647-1690), quien en Paray le Monial, pequeña localidad francesa de Borgoña, fue testigo de apariciones de Jesús en las que le dejó como mensaje su incontenible amor por cada hombre y mujer.
Benedicto XVI ha dedicado en mayo, además, una Carta, dirigida al prepósito general de la Compañía de Jesús, sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
