Atención parroquial a los jóvenes, «prioridad para la Iglesia»; dice el Papa

Pide promover los centros juveniles u «oratorios»

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CIUDAD DEL VATICANO, 2 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Los centros juveniles parroquiales u «oratorios» –como los llamó san Juan Bosco, el gran apóstol de la juventud–, son, según subrayó Juan Pablo II, el «taller» de una fe activa, «lugar de educación» y «escuela de servicio» a los demás.

Lo subrayó el Pontífice al recibir este sábado en Castel Gandolfo a cerca de 400 peregrinos de Varese (Italia), mientras celebraban el centenario del oratorio juvenil San Vittore y de la Asociación deportiva «Robur et Fides». Junto a los alevines, adolescentes y jóvenes que dedicaron al Papa cantos fiesteros, asistieron al encuentro sacerdotes y autoridades civiles.

Juan Pablo II se contagió de la alegría de sus jóvenes visitantes, comprometidos en «un proyecto educativo que tiene en el oratorio el núcleo propulsor, el «taller» de una fe –dijo–, que pretende armonizarse con cada aspecto del vivir civil y del sentir de los jóvenes: ¡una fe plena de vida para una vida plena de fe!».

El Oratorio, o centro parroquial para los jóvenes, según indicó el Papa, es el lugar especialmente apropiado para la pastoral juvenil que, junto a la familiar, «constituye una prioridad de la Iglesia». Dos exigencias que, en este caso, convergen. Un «lugar de educación» que se pone al lado «de la obra educativa de los padres».

Un ambiente en el que los chicos y jóvenes pueden reforzar «los valores recibidos en familia». Objetivo este al que contribuye «la actividad deportiva» –ofrecida por las parroquias– que, si está bien planteada, «ayuda a los jóvenes a ser generosos y solidarios».

Por tanto, expresó el deseo de que el servicio cultural y deportivo que ofrecen las parroquias pueda siempre «distinguirse por una generosa apertura a la solidaridad».

Precisamente Juan Pablo II indicó en el servicio «animado por la oración» «la vía privilegiada» para el nacimiento y el crecimiento de auténticas vocaciones eclesiales «marcadas por la dedicación propia en el servicio a los demás».

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ZENIT Staff

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