Avanza el diálogo entre la Santa Sede y la Iglesia ortodoxa griega

Habla el padre Bonny del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad entre los Cristianos

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CIUDAD DEL VATICANO, 23 marzo 2003 (ZENIT.org).- El padre Johan Bonny formó parte de la delegación vaticana que visitó a la Iglesia ortodoxa griega del 10 al 14 de febrero. En esta entrevista concedida a Zenit insiste en el significado de los encuentros entre el Vaticano y la Iglesia ortodoxa Griega y se augura que la colaboración a nivel cultural, social, ecológico, académico… sea cada vez mayor.

El padre Bonny, sacerdote diocesano de Bélgica y oficial de la sección oriental del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, considera que la apertura del arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Christodoulos –«un hombre prudente y valiente»– es determinante en este proceso de diálogo entre católicos y ortodoxos griegos.

–La visita vaticana a Atenas, ¿se inscribe dentro de una tradición o es una novedad?

–Bonny: Llamarla tradición es prematuro. En todo caso, es un proceso nuevo promovido por el arzobispo Christodoulos y por su Santo Sínodo, en un intento de acercarse a las otras iglesias de Europa.

Gracias a esta apertura ha podido tener lugar la visita del Papa a Grecia, en mayo de 2001. Era la primera vez que un pontífice era recibido en tierra helénica. Una nueva relación directa se ha establecido, y esperamos que pueda continuar su camino.

–¿Ha cambiado algo tras la visita del Papa a Atenas?

–Bonny: Fue un momento muy importante para la Iglesia en Grecia, un encuentro humano y espiritual de gran alcance. A ese acontecimiento, le siguió la visita de la Iglesia ortodoxa griega al Vaticano, concretamente en marzo de 2002, y ahora ha tenido lugar esta visita vaticana nuestra a Atenas del mes de febrero. Estos intercambios continuarán, es muy importante que el contacto se haya establecido y que el proceso no se detenga.

–¿Qué temas han tratado en esta visita vaticana a Atenas?

–Sobretodo se ha hablado de Europa, así como de retos culturales, sociales, económicos, ambientales… También se ha discutido el modo de incentivar los intercambios entre estudiantes católicos y estudiantes griegos ortodoxos. Un tema que ha centrado las conversaciones ha sido la importancia de la bioética. En este sentido, es interesante saber que en Atenas han creado un Centro Bioético de alto nivel, de hecho es de los mejores de Europa. En él hay una conjugación entre científicos y representantes de la Iglesia. Quieren colaborar con otros centros del mismo tipo y están buscando nuevos canales de colaboración.

–El hecho de colaborar en temas sociales, culturales, ambientales… ¿significa que la vía doctrinal en ecumenismo está bloqueada?

–Bonny: Son vías paralelas: el «diálogo de la caridad» y el «diálogo de la verdad». El «diálogo de la verdad» ha sido confiado a la comisión internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. El diálogo teológico, por tanto, no tiene lugar por tanto con las Iglesias ortodoxas particulares, como sería en este caso la Iglesia ortodoxa Grecia, sino con todas las Iglesias ortodoxas en su conjunto.

El «diálogo de la caridad», sin embargo, está abierto a las Iglesias ortodoxas particulares. Últimamente, se han tomado varias iniciativas en este campo. Pienso, por ejemplo, en las visitas del cardenal Walter Kasper a las Iglesias ortodoxas de Rumanía, de Bulgaria, de Ucrania y de Serbia. En la medida en que estas iniciativas ayudan a crear un nuevo clima de confianza y fraternidad, tendrán un efecto positivo sobre el diálogo teológico.

–¿Quienes son ese 1% de los católicos griegos?

–Bonny: La Iglesia católica en Grecia está formada prevalentemente por católicos llegados de otros continentes. Si antes la mayoría eran franceses, ingleses e italianos, hoy su rostro es sobretodo asiático y africano. La mayor parte de estos católicos son trabajadores o refugiados. También existe una pequeña comunidad católica de rito bizantino, sin olvidar obviamente a los griegos católicos, como el arzobispo de Atenas, Nikolaos Foscolos. Los problemas sociales que tiene que afrontar esta población heterogénea también es motivo de trabajo pastoral conjunto con los ortodoxos.

–El arzobispo Christodoulos es visto como un traidor por parte de algunos miembros de su Iglesia, que no aceptan las conversaciones con Roma. ¿Esta oposición ha retrasado las relaciones fluidas entre Roma y Atenas?

–Bonny: Christodoulos es un arzobispo prudente y valiente que tiene que buscar una vía media entre quienes tienen mucho apego a la tradición o están heridos por algunos hechos históricos y quienes están abiertos al movimiento ecuméncio o a la Iglesia católica.

Es importante subrayar que el arzobispo Christodoulos no es el único que se muestra abierto al diálogo. Muchos fieles, también del mundo monástico, están a su lado, así como muchos miembros del Santo Sínodo.

–¿Qué pueden aprender los católicos de los ortodoxos griegos?

–Bonny: Tenemos mucho que aprender, tanto los occidentales de Oriente como los orientales de Occidente. Por una parte, a nivel de Iglesia como institución, Occidente puee aprender de los orientales su sistema sinodal.

Por otra parte, Oriente puede aprender de Occidente el modo en que la Iglesia católica ha podido desarrollar una comunión a nivel mundial.

–¿La Iglesia ortodoxa en Grecia está tan preocupada como los católicos por el olvido que borradores de la Constitución Europea hacen por ahora del bagaje cristiano?

–Bonny: La Iglesia ortodoxa de Grecia no es una Iglesia aislada. Se encuentra en la misma barca junto a las Iglesias de Europa. Tiene que afrontar los mismos desafíos a nivel de vida sacramental, de catequesis y de pastoral. Al mismo tiempo, está preocupada por los valores humanos y cristianos sobre los que debería construirse nuestro futuro común.

–¿Grecia y cristianismo son un binomio inseparable?

–Bonny: «Inseparable» sería exagerado, si bien Grecia está llena de referencias a los primeros siglos del cristianismo. San Pablo predicó en el Areópago de Atenas y algunas de sus cartas fueron dirigidas a comunidades griegas, como a los Corintios o a los Tesalonicenses. ¿Cuántos monasterios griegos se remontan a los primeros tiempos del monaquismo cristiano? La Iglesia ortodoxa de Grecia es consciente de este maravilloso patrimonio de fe y de cultura cristianas. Quiere transmitirlo a las generaciones futuras con un gran sentido de fidelidad.

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ZENIT Staff

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