El cardenal Rouco aclara el concepto de «guerra justa»

BARCELONA, 29 abril 2003 (ZENIT.org).- En una entrevista concedida al diario catalán «La Vanguardia», el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Varela, afirma que la postura que ha mantenido la Iglesia católica contra la guerra de Irak «no debería sorprender a nadie».

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«Ha sido una posición plenamente coherente con su magisterio, que arranca del antiguo concepto católico de «guerra justa». La Iglesia ha actuado de acuerdo con su misión pastoral y, sinceramente, creo que con fruto para el futuro», explica.

El cardenal Rouco recuerda que el concepto de guerra justa «fue perfeccionado por teólogos españoles, cuya labor ha sido reconocida hasta el punto de que sus imágenes están reproducidas en los frescos de la sede de las Naciones Unidas en Ginebra».

Este concepto, añade, alcanza su pleno desarrollo doctrinal en el siglo XX, «cuando las guerras adquieren una dimensión mucho más brutal y la población civil tiende a convertirse en la principal víctima. La Santa Sede afirma el principio del valor universal de la paz y propugna arbitrar instrumentos de derecho internacional y que se proceda según derecho».

Respecto de las manifestaciones populares contra la guerra de Irak, el cardenal de Madrid no advierte en ellas una «pulsión cristiana» especial: «más allá de un amplio deseo social en favor de la paz, no es fácil observar hoy en las sociedades europeas que haya fuertes síntomas del regreso de la fe religiosa y de los valores de la trascendencia. Además, algunas manifestaciones se han desarrollado de tal forma que indican que los valores morales y de la conciencia no eran precisamente lo más importante para algunos».

No obstante, monseñor Rouco considera que puede hablarse de un «renacer» religioso tras el 11 de septiembre: «Hay un agotamiento histórico del secularismo, de las ideologías y de las escuelas de pensamiento que han ignorado a Dios y el deseo de trascendencia del ser humano. Se observa que se ha llegado a un cierto final de periodo. Pero quizá aún no han madurado las expresiones de esta nueva percepción».

Política española
Sobre la cuestión de la divergencia de algunos políticos católicos españoles en su opinión respecto de la guerra, el cardenal Rouco ha recordado que el magisterio de la Iglesia «es vinculante para todos los católicos», sin que eso se confunda con el confesionalismo: «la identificación entre Iglesia y Estado, que nunca llegó a ser tal, hace tiempo que está superada. Los documentos del concilio Vaticano II son especialmente importantes al respecto, porque esclarecen los conceptos de la libertad religiosa, de la separación entre la Iglesia y el Estado, y el ámbito de responsabilidad positiva de los seglares católicos».

Por otro lado, la postura del Gobierno español respecto de la guerra, según el arzobispo de Madrid, no ha producido «ningún deterioro en las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno de España. La prueba de ello es que la visita del Santo Padre Madrid se está preparando y organizando en un clima de muy buena cooperación. Sin embargo, espero que la experiencia de las últimas semanas haya servido a los católicos con responsabilidades institucionales y en las estructuras de gobierno para tener una visión más cristiana de la vida y de su acción política, para ser mejores cristianos».

Para el prelado, es necesario «un compromiso más decidido y claro de los cristianos, de los católicos, en la vida política, de manera que actúen más en consonancia con la doctrina católica. Padecemos un déficit en este sentido».

Según el cardenal Rouco, es necesario que «ese mayor compromiso de los católicos en la política sea una realidad cuanto antes».

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ZENIT Staff

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