El cardenal Rouco reconoce que «la crisis de fe en Europa es gigantesca»

Palabras del cardenal en un encuentro anoche con los miembros de Regnum Christi

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MADRID, 30 septiembre 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- «En Europa estamos asistiendo a una crisis de fe gigantesca, a una apostasía silenciosa de la fe que se da en todos los países europeos con mayor o menos intensidad», admitió en la noche de este lunes el arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela.

En un encuentro con más de 300 miembros del movimiento Regnum Christi y de la Legión de Cristo, celebrado en la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón (Madrid), el purpurado realizó un recorrido por la historia de Europa desde el cisma de Lutero hasta la actualidad.

«Los países europeos sufrieron desde el siglo XVI numerosos zarpazos en su fe católica por parte del protestantismo, países tan católicos incluso como Francia e Italia, pero España se libró de esos zarpazos», recordó.

Según el cardenal Rouco, «la apostasía silenciosa que vivimos actualmente es peor que el paganismo, porque los paganos aún no se han encontrado con Cristo, pero los apóstatas sí, y es más difícil que éstos vuelvan a la fe».

Según el prelado, «tras la Segunda Guerra Mundial, parecía que había una vuelta a la fe. Hubo muchas conversiones; se palpaba una corriente de fe. En los seminarios se vivía con un gran fervor apostólico y con grandes deseos de santidad, todo ello encaminado a lograr la paz, que se identificaba con Cristo».

Sin embargo, tras los primeros años de posguerra, «la historia de Europa ha transcurrido por caminos diversos de la fidelidad a Cristo».

Para el cardenal de Madrid, esta crisis de la posmodernidad va ligada a «la falta de muchos y santos sacerdotes». «Si no los hay, esto no va adelante, porque no habrá familias santas y cristianas», lamentó.

Rouco destacó también la necesidad de «católicos que digan que lo son públicamente. Hoy en día, decir que se es practicante ya es un testimonio de gran valor. O el hecho de que los sacerdotes lleven clergyman también lo es. El Dios que te salva se te pone delante de los ojos, y todos estos símbolos visuales te llevan a Él. De ahí la importancia del testimonio». «Pero todo esto no basta», prosiguió. «Hacen falta comunidades, grupos, movimientos que den vida y acogida a los que se acaban de encontrar con Cristo», añadió.

Respecto a los cristianos en la vida pública, el arzobispo de Madrid denunció que «nadie va a conseguir instaurar los principios católicos en la sociedad a base de negar su identidad y de esconderse».

«La vida es una vocación para la felicidad que se va realizando a cada momento. Uno es feliz cuando ama, y uno ama cuando se entrega plenamente», remachó.

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ZENIT Staff

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