El Papa a 200 mil peregrinos solidarios: El verdadero enemigo es el pecado

Imponente acto de apoyo al Papa en el Vaticano en medio de las actuales dificultades

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 16 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Unas 200 mil personas se congregaron este domingo a mediodía, en la plaza de San Pedro del Vaticano, para manifestar su cercanía a Benedicto XVI y a los sacerdotes en general, en momentos difíciles provocados por escándalos de algunos clérigos.

El Papa, que en semanas pasadas recibió duros ataques de algunos medios de comunicación, no utilizó en ningún momento tonos victimistas: «El verdadero enemigo que hay que temer y combatir es el pecado –dijo–, el mal espiritual, que a veces, por desgracia, también contagia a los miembros de la Iglesia».

Los peregrinos comenzaron a llegar a primeras horas de la mañana al Vaticano procedentes de toda Italia en autobuses y trenes convocados por el Consejo Nacional de las Asociaciones Laicales.

Los brazos de la columnata de Bernini no pudieron contener el colorido río humano, que se extendió por la Vía de la Conciliación y por calles adyacentes: una multitud que multiplicaba por tres el número de peregrinos congregados con motivo del domingo de Pascua.

Una enorme pancarta decía destacaba en la plaza con cuatro palabras: «Juntos con el Papa».

«Queridos amigos», les dijo el Papa hablando desde la ventana de su estudio sin poder ocultar la conmoción: «Es hermoso ver hoy esta multitud en la Plaza de San Pedro, así como ha sido emocionante para mí ver en Fátima a la inmensa multitud», afirmó, en referencia al viaje que ha realizado del 11 al 14 de mayo a Portugal.

«Hoy demostráis el gran afecto y la profunda cercanía de la Iglesia y del pueblo italiano al Papa y a vuestros sacerdotes –añadió–, que diariamente os atienden, para que en el compromiso de renovación espiritual y moral puedan servir cada vez mejor a la Iglesia, el Pueblo de Dios, y a cuantos se dirigen a nosotros con confianza».

Entre los peregrinos se encontraban también parlamentarios y políticos de diferentes regiones y ciudades italianas.

El Papa no utilizó en ningún momento tonos de polémica. Según él, «debemos tener miedo, por el contrario, del pecado y por este motivo estar profundamente arraigados en Dios, siendo solidarios en el bien, en el amor, en el servicio».

«Es lo que la Iglesia, sus ministros, unidos a sus fieles, han hecho y siguen haciendo con ferviente compromiso por el bien espiritual y material de las personas en todas las partes del mundo».

«Es lo que especialmente vosotros tratáis de hacer habitualmente en la parroquias, en las asociaciones y en los movimientos: servir a Dios y al hombre en el nombre de Cristo».

El Papa invitó a continuar «juntos con confianza en este camino, y que las pruebas, que el Señor permite, nos lleven a una mayor radicalidad y coherencia».

Cardenal Bagnasco: «como hijos con su padre»

Una hora antes del encuentro con el Papa, el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal, presidió la oración junto a todos los presentes «porque queremos arropar al Papa Benedicto XVI como hijos con su padre».

«Queremos rezar con él y por él, deseando apoyarle en su comprometedor ministerio, expresándole nuestro afecto y nuestra gratitud por su pasión por Cristo y por toda la humanidad», añadió el arzobispo de Génova.

«Nuestra oración es el modo privilegiado para hacer eficaz y visible la cercanía de toda la Iglesia al Santo Padre y a quien ha sufrido a causa de aquellos que deberían haber sido imagen de Cristo, Buen Pastor», dijo el purpurado.

«En la oración queremos también expresar afecto y confianza a los sacerdotes por su insustituible ministerio e invocar para ellos el continuo apoyo del Espíritu consolador», concluyó.

Por Jesús Colina

 

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación