CIUDAD DEL VATICANO, 3 marzo 2002 (ZENIT.org).- Al igual que en la semana anterior, Juan Pablo II tuvo que suspender la visita que había programado este domingo a una parroquia de Roma a causa de problemas de artrosis en una rodilla.
En el encuentro «virtual» que mantuvo este sábado con jóvenes de Moscú y otras cinco ciudades europeas, desde la sala de audiencias generales del Vaticano, en la que se encontraban unos ocho mil peregrinos, demostró sin embargo que su estado de salud y su humor es bueno.
Un comunicado de prensa redactado por Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano, informaba este sábado: «Persistiendo –aunque de manera atenuada– el dolor de naturaleza artrósica en la rodilla derecha, el Santo Padre ha aplazado la visita programada para el domingo, 3 de marzo, a la parroquia de San Gelasio I Papa».
El cardenal Camillo Ruini, obispo vicario de Roma, quien le sustituyó este domingo en la visita a la parroquia, dijo a los fieles: «Quiero aseguraros que la visita del Santo Padre sólo se ha aplazado a causa del dolor en la rodilla, un problema que de todos modos no es preocupante, pues es pequeño y transitorio».
En su encuentro con los jóvenes de este sábado por la tarde, se pudo comprobar que el Papa Wojtyla tenía evidentes dificultades para caminar.
Atravesó la sala Pablo VI llevado en una peana móvil, empujada por varias personas. Ahora bien, saludó a los peregrinos como siempre o incluso con más humor. A quienes le querían dar la mano, les respondía con una palmada bromista y una gran sonrisa.
Después, cuando tomó la palabra, fue interrumpido en varias ocasiones por el grito de los jóvenes italianos «Giovanni Paolo» (Juan Pablo), que recordaba algo al ritmo con el que los «tifosi» apoyan a sus equipos en el estadio de fútbol.
«Esto no se encuentra en las letanías», les respondió el pontífice arrancando carcajadas.
Durante la semana pasada, Juan Pablo II mantuvo todas sus audiencias, tanto públicas como privadas. Y la Sala de Prensa de la Santa Sede informó este sábado que el Papa mantiene sus compromisos.
Sólo ha cancelado estas dos visitas a las parroquias, pues en ellas tiene que caminar y pasar largos momentos de pie, lo que evidentemente no le ayuda a superar este problema de artrosis.
