Laicos, entre poder «temporal» y «espiritual»: superación de un conflicto

Intervención del cardenal Lustiger en el Congreso del laicado católico

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, 28 nov (ZENIT.org).- «Los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo». Este pasaje de la antiquísima Carta a Diogneto, del siglo II, se convirtió en el tema de la intervención que hoy ofreció el cardenal Jean-Marie Lustiger en el Congreso del laicado católico.

En la ponencia, ante más de 550 líderes seglares procedentes de los cinco continentes, el arzobispo de París recordó cómo en los años que precedieron al Concilio Vaticano II había un debate vivo entre los teólogos que eran herederos de una situación histórica más que milenaria en Occidente, marcada «por el enfrentamiento entre el poder espiritual, representado por la Iglesia y en especial por los Papas, y el poder que se llamaba «temporal», representado por los príncipes o los emperadores».

Esta situación dio lugar, constató el cardenal Lustiger, a la doctrina de las «dos espadas», dos poderes, cada uno pretendiendo prevalecer sobre el otro.

En la época moderna, permanece esta situación de división entre lo temporal y lo espiritual, justificada en las palabras de Jesús: «Dad al César lo que es del César y Dios lo que es de Dios».

El cardenal, convertido en sus años de juventud del judaísmo al catolicismo, subrayó que posteriormente, cuando ha desaparecido este equilibrio político-eclesial, estas nociones se han trasladado «al equilibrio interno de la Iglesia con una división de competencias entre los laicos por un lado, y los sacerdotes por otro: a los laicos, decían algunos, la gestión de lo temporal; a los sacerdotes, la autoridad y la gestión de las realidades religiosas. A los laicos, la política; a los sacerdotes, el culto y el apostolado».

Posteriormente, añadió, «el Vaticano II ha tomado como punto de partida no ya el ejercicio del poder en el interior de la esfera cristiana, sino la vocación y la misión de la Iglesia en el mundo, y la manera en la cual sus diversos miembros participan de ella».

«Desde entonces –concluyó–, es la realidad concreta e histórica de los sacramentos del bautismo y del orden la que permite analizar la sociedad eclesial y no los conceptos políticos sociológicos».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación