Los anticonceptivos ¿Solución a los problemas sexuales?

En las últimas semanas se anuncia un oleada de nuevos fármacos

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ROMA (Redacción central), 19 mayo 2001 (ZENIT.org).- Los anticonceptivos, ¿son una respuesta a los problemas sexuales? Varias campañas lanzadas en las últimas semanas parecen darlo a entender.

El año que viene, la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Población (FNUAP), Thoraya Obaid, quiere dedicar 946 millones de dólares a la compra de anticonceptivos y preservativos, según una nota de prensa de este organismo del pasado 3 de mayo.

Obaid también prevé que en el año 2015 el gasto en anticonceptivos podría alcanzar la suma de 1,800 millones de dólares. Además, para distribuir estos productos en los países en vías de desarrollo, el FNUAP calcula que se necesitará un gasto adicional de 4,000 millones de dólares en el año 2002, llegando a unos 9,000 millones anuales en el 2015.

Otras iniciativas en el área de la anticoncepción incluyen los esfuerzos por distribuir la píldora del día después en varios países. En España, el diario ABC del martes 8 de mayo anunciaba el comienzo de la distribución de esta píldora. El visto bueno oficial, dado el 23 de marzo, provocó en España reacciones de la Iglesia católica y de otros grupos que señalan la naturaleza abortiva de este fármaco.

La Asociación de Farmacéuticos Católicos ha hecho un llamamiento a sus miembros para que se nieguen a vender el fármaco. Pero los partidarios de la medida han reafirmado su apoyo a la misma y, según ABC del 10 de mayo, algunas autoridades locales están incluso planeando distribuirla gratuitamente.

En Chile también hubo un debate muy vivo sobre este fármaco. El Gobierno comunicaba el pasado 19 de marzo que la píldora se podría vender bajo prescripción médica. El anuncio, hecho por la ministra de Sanidad Michelle Bachelet, contó con el apoyo del presidente Ricardo Lagos.

Sin embargo, tras la aprobación inicial del Gobierno para que fuera distribuida, el asunto ha sido objeto de batallas legales. En abril, los tribunales congelaron la decisión de distribuir la píldora del día siguiente.

Y en Estados Unidos la Conferencia Episcopal reaccionó con fuerza al llamamiento del nuevo presidente del Colegio de Ginecólogos y Obstetras, Thomas Purdon, para hacer más accesible la píldora del día después. En una declaración hecha el pasado 2 de mayo, Cathleen Cleaver, directora de Información y Planificación en el Secretariado de Actividades Pro-Vida, afirmó: «Las mujeres estadounidenses están siendo engañadas: este fármaco actúa como un abortivo, después de haberse producido la fecundación».

«Una de las acciones de este fármaco es la de evitar que el óvulo fecundado se implante, lo que significa acabar con el embrión», explicó Cleaver.

Nuevos métodos anticonceptivos

Mientras tanto los investigadores se afanan en desarrollar nuevos anticonceptivos, como explicaba un artículo en «Los Angeles Times» del pasado 23 de abril. Entre los productos recientemente lanzados en Estados Unidos, hay dos nuevos anticonceptivos hormonales, una inyección mensual, llamada «Lunelle», y un nuevo tipo de DIU, «Mirena», que se puede llevar durante cinco años.

La «Food and Drug Administration» (el organismo oficial encargado del control de fármacos) está también estudiando la aprobación de otros métodos anticonceptivos. Entre ellos, el «NuvaRing», un delgado y flexible anillo de plástico que contiene una mezcla de estrógenos y progesterona; «Implanon», una versión del implante «Norplant», sólo que de implante único, ya a la venta en el extranjero y que será sometido a la aprobación de la FDA en 2002; «Cyclessa», una píldora en tres fases de dosis reducida que «Organon» espera poner a la venta este año; y «Seasonale», una píldora cuyo control de natalidad dura tres meses y que está siendo experimentada todavía.

Y un estudio canadiense distribuido esta semana se muestra a favor de un parche que, aplicado en cualquier parte del cuerpo, libera hormonas durante una semana. Según el «Globe and Mail» del 9 de mayo, el estudio se ha realizado en 1,417 mujeres de 45 clínicas de Estados Unidos y Canadá. Fue financiado por uno de los grandes laboratorios del mundo, Johnson & Johnson, que espera vencer a sus rivales en la comercialización de lo que ha llamado el parche dérmico Ortho Evra.

Problemas de salud causados por los anticonceptivos

Sin embargo, los anticonceptivos tiene también efectos adversos para la salud femenina. «Los Angeles Times» admitía que, por ejemplo, el nuevo DIU puede provocar problemas de rechazo, basándose en la experiencia del «Dalkon Shield», un DIU retirado del mercado de Estados Unidos en 1974 después de que los defectos de su diseño produjeran infecciones, esterilidad y algunas muertes.

Respecto a los implantes, el artículo también reconoce que el ampliamente anunciado Norplant, que consiste en seis bastoncillos del tamaño de cerillas insertados en la parte superior del brazo, ha tenido problemas relacionados con dificultades en su inserción y remoción.

Y el pasado 11 de octubre, el «London Times» informaba sobre los resultados de un estudio científico de la estadounidense Clínica Mayo que mostraba cómo las hermanas e hijas de pacientes con cáncer de mama multiplican por encima de tres las probabilidades de padecerlo si toman anticonceptivos orales. El riesgo añadido se suma a su propensión genética a la enfermedad.

El riesgo de tener cáncer de mama es también mayor entre las mujeres que empezaron a tomar la píldora anticonceptiva antes de 1975, cuando era más probable que contuviera dosis superiores de hormonas (estrógeno y progesterona).

Otra investigación ha propugnado igualmente la relación entre anticonceptivos y cáncer de mama. Según un informe publicado en «Catholic World Report» del pasado diciembre, un libro de un médico pro-vida de Pennsylvania, Chris Kahlenborn, «El cáncer de mama: su relación con el aborto y la píldora de control de natalidad», analiza cientos de estudios médicos sobre esta materia.

«Basándose en la mayor la evidencia médica disponible, el aborto provocado y la píldora de control de natalidad son cada uno de ellos factores de riesgo para el desarrollo de un cáncer de mama –dijo Kahlenborn–. El riesgo es especialmente grande si la mujer ha sumado los dos factores de riesgo en su juventud».

Kahlenborn encontró que una mujer que toma anticonceptivos orales antes de tener su primer hijo aumenta al menos en un 40% el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Si ha tomado la píldora anticonceptiva durante más de cuatro años antes del nacimiento de su primer hijo, su factor de riesgo se incrementa en un 72%.

Por lo que respecta al DIU, estudios recientes muestran también serios problemas de salud derivados de su utilización. Según el «Sunday Times» del 4 de marzo, un equipo de la Unidad de Investigación sobre la Salud de la Universidad de Oxford, estudió los historiales de 1,071 mujeres sin hijos, que habían sido controladas de 1982 a 1994. La mitad habían usado la píldora y la otra mitad un DIU en forma de espiral de cobre.

El equipo investigador llegó a la conclusión de que quien usa el DIU durante más de seis años tienen poco más de una probabilidad sobre cuatro de tener un niño en el plazo de un año después de haberlo retirado. También tienen un alto riesgo de tener un embarazo extrauterino que acaba malográndose y puede afectar a la fertilidad.

Helen Doll, quien dirigió la investigación, dijo que la mayoría de las mujeres que usan el DIU habían comenzado declarando al principio del estudio que no querían tener más hijos, pero muchas cambiaron de idea después.

De hecho, se colocan por lo menos 100,000 DIUs al año en Gran Bretaña, en su mayoría en clínicas de planificación familiar. También está ampliamente admitido que pueden causar o empeorar los síntom
as de infecciones de transmisión sexual que producen esterilidad, comentaba el «Sunday Times».

Desde un punto de vista estrictamente médico, el uso de anticonceptivos presenta muchos problemas. También promueven una mentalidad que favorece la promiscuidad sexual, lo que sitúa a los jóvenes ante un riesgo mayor de contraer enfermedades de transmisión sexual. En lugar de ser una respuesta a los problemas sexuales, los anticonceptivos de hecho crean muchas complicaciones.

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ZENIT Staff

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