Monseñor Asenjo: Visita del Papa, aldabonazo en la conciencia de los católicos

Habla el secretario de la Conferencia Episcopal Española

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MADRID, 30 abril 2003 (ZENIT.org).- Monseñor Juan José Asenjo es obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Conferencia Episcopal. Ahora, al final de su etapa en la Conferencia, le ha tocado organizar nada menos que un viaje del Papa, «un verdadero don» según él mismo ha manifestado en una entrevista publicada este miércoles en el suplemento «Fe y Razón» del diario «La Razón» y en la revista «Católicos».

–¿Qué espera la Iglesia de esta quinta visita del Papa a España?

–Monseñor Asenjo: Pastores y fieles esperamos que la corta visita del Santo Padre a España sea un auténtico acontecimiento de gracia para todos nosotros, un aldabonazo en la conciencia de los católicos para que despertemos, para que renovemos en profundidad nuestra vida interior, nuestra comunión con el Señor y nuestro dinamismo apostólico y misionero, para ser testigos de Jesucristo en esta sociedad, siguiendo la estela de los cinco grandes santos españoles de nuestro tiempo que el Papa va a canonizar. Esperamos también que sirva para fortalecer nuestra identidad de católicos, para sentir el gozo y la belleza de la comunión eclesial en torno al sucesor de Pedro y para alentarnos en el camino de la santidad, que es experiencia de Dios y testimonio de su amor. Estoy seguro de que la visita va a producir muchos frutos sobrenaturales. En concreto, el encuentro con los jóvenes en Cuatro Vientos va a contribuir a renovar en profundidad la pastoral juvenil en las diócesis de España. Para muchos jóvenes va a ser ocasión de encontrarse con el Señor. Cabe esperar además que este acontecimiento sea el punto de partida de nuevas vocaciones al ministerio presbiteral, a la vida consagrada y misionera y al compromiso laical, como ha sucedido en todos los encuentros del Papa con los jóvenes a lo largo de sus veinticinco años de pontificado.

–Algunas comunidades autónomas no van a estar representadas a nivel de sus máximas autoridades civiles. ¿Sucede igual con los obispos?

–Monseñor Asenjo: Vamos a estar en Madrid recibiendo al Papa y acompañándole en todos los actos todos los obispos españoles en activo sin excepción. Nos acompañará un buen número de obispos eméritos. Me consta que todos los demás estarán unidos a nosotros espiritualmente, si bien con mucho sentimiento no podrán venir por razones de salud. Nos acompañarán además más de cuarenta obispos extranjeros invitados.

–Usted ha coordinado la visita y tendrá cientos de anécdotas. ¿Podría contar alguna?

–Monseñor Asenjo: Las anécdotas son infinitas, desde los grupos cristianos de parroquias o movimientos que se han ofrecido para colaborar en lo que se les pudiera pedir, la señora que ha llamado para preguntar si aceptaríamos un postre para el Papa preparado por ella o aquella otra que lleva meses bordando corporales o purificadores para ofrecer al Santo Padre. Han sido también muchas las familias numerosas y los enfermos que han manifestado su deseo de ser bendecidos por el Papa. Son todos ellos casos emocionantes que revelan mucha calidad humana, fe y hondura cristiana, y un gran afecto y devoción por el Sucesor de Pedro.

–¿En qué se diferencia la España que el Papa visitará en mayo de la que visitó en 1993 y en 1982?

–Monseñor Asenjo: En este período hemos crecido en bienestar y ha mejorado a ojos vistas la economía. Todavía en 1982 algunos españoles tenían que emigrar al extranjero. Hoy acogemos a inmigrantes porque los necesitamos. El desarrollo económico, sin embargo, no ha ido parejo al desarrollo moral. Es patente la crisis de la familia, el descenso alarmante de la natalidad y la quiebra de los valores morales. En los últimos meses ha aumentado la crispación y se han abierto algunas grietas en la convivencia y en la concordia que tanto esfuerzo nos costó conseguir en una transición que muchos juzgaron como modélica. Dios quiera que el mensaje del Papa ilumine todas estas realidades negativas y sea bálsamo que ayude a cicatrizar algunas heridas.

–¿La Iglesia española de hoy también es diferente de la de entonces?

–Monseñor Asenjo: En estos años se ha ido ahondando la secularización. Esta realidad ha influido también en el interior de la Iglesia. Su efecto más negativo es la llamada secularización interna, descrita muy certeramente en el Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal. No obstante, tengo la impresión de que en no pocos casos se está produciendo una reacción serena y positiva, volviendo a las fuentes más vivas y fecundas de la vida cristiana, con un esfuerzo notable por parte de muchos, entre ellos los obispos, por vigorizar con la palabra y con la vida los aspectos más profundos y originales de nuestra identidad de creyentes y católicos.

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ZENIT Staff

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