MILÁN, 4 marzo 2002 (ZENIT.org).- Ahmad Sani, gobernador del estado nigeriano de Zamfara (Nigeria), ha prometido interceder por una mujer condenada a la lapidación tras haber quedado encinta sin estar casada, durante una visita realizada a Milán este fin de semana pasado.
Safiya Husaini, de 35 años, fue condenada a la lapidación por un tribunal islámico del Estado de Sokoto, tras haber tenido a su hijo. El caso será analizado por un Tribunal de segunda instancia el 18 de marzo.
El viernes pasado, el presidente de la región de Lombardía, Roberto Formigoni, pidió a Sani, gobernador del primer estado de Nigeria que introdujo la ley islámica en 1999, que haga lo posible para que la mujer no sea ejecutada.
Tras la entrevista, en declaraciones a la prensa italiana, Sani afirmó: «discutiré de ello con mi colega, el gobernador de Sokoto, y he asegurado a Formigoni que el resultado de nuestra discusión será favorable a su petición».
En una entrevista concedida al diario Avvenire este sábado confesó que su estado adoptó «la ley coránica para respetar mi programa electoral y esto ha llevado a una sensible reducción de los delitos».
Según el gobernador, en el caso de Safiya se dio un «un error de valoración del juez que no había examinado suficientemente las pruebas de la inocencia de la joven».
«Nuestros jueces no han adquirido todavía familiaridad con la nueva ley [la sharia] y esto ha provocado ciertas interpretaciones equivocadas. Será preocupación mía evitar que errores de este tipo se repitan en el futuro», afirma el gobernador.
