FILADELFIA, 24 oct (ZENIT.org).- Un grupo de comunidades religiosas del área de Filadelfia (Estados Unidos) están ultimando los preparativos para el próximo fin de semana que será dedicado a acciones de oposición a la pena de muerte, patrocinadas por Amnistía Internacional de Estados Unidos.
El «Fin de Semana de Fe y Acción», previsto este año para los días 28 y 29 de octubre, pretende movilizar a la población religiosa para que se incorpore al creciente movimiento para acabar con la pena capital en Estados Unidos.
Durante los últimos tres años, «grupos de todo el país --indican los organizadores-- han realizado acciones descentralizadas simultáneas --a menudo formando parte de los servicios religiosos-- expresando su profunda oposición moral al asesinato patrocinado por el Estado».
Según Alex Volin, copresidente de la sección religiosa de los Abolicionistas de Pensilvania Unidos contra la Pena de Muerte, «la importancia de este fin de semana es que anima a las comunidades religiosas a reconocer el papel que ellas pueden y deben desempeñar en el movimiento para acabar con la pena de muerte».
Muchos grupos religiosos están afrontando este tema controvertido políticamente con creciente entusiasmo. Las declaraciones del Papa Juan Pablo II, en su última visita a San Luis (febrero de 1999) en las que constató que la pena de muerte es un recurso que ya no tiene sentido en la sociedad moderna y sus insistentes peticiones de gracia para condenados (Cf. «El Papa pide clemencia») han dado un fuerte impulso a este movimiento.
El actual debate nacional sobre la pena de muerte está enfocado sobre todo hacia cuestiones del adecuado proceso y del peligro de ejecutar a gente inocente. Los organizadores de este fin de semana esperan registrar un profundo nivel de oposición a la pena capital. «El que el movimiento contra la pena de muerte hable acerca de los procedimientos judiciales no significa que nos hayamos olvidado de los derechos humanos. La pena capital es moralmente equivocada, no solamente imperfectamente administrada», dice Amy Dalton, de los Abolicionistas de Pensilvania y miembro de la Iglesia de los Metodistas Unidos de Calvario, al oeste de Filadelfia.
Pat Clark, coordinador nacional de la organización religiosa del «American Friends Service Committee» (AFSC), en Filadelfia, escribe en el libro preparado por Amnistía Internacional para los grupos que participarán en el fin de semana: «Es crucial para la comunidad religiosa hacer de la abolición de la ejecución sancionada por el Estado un imperativo moral».
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Oct 24, 2000 00:00